El Señor les advirtió a Sus Discípulos sobre el peligro de los falsos mensajeros y los falsos maestros, que siempre existieron y seguirán existiendo hasta el final de los tiempos.
Ellos tienen apariencia de oveja, dicen creer, saber, e incluso «enseñan», pero interiormente son lobos crueles y voraces. Porque no practican lo que dicen creer de la Palabra de Dios.
Los falsos mensajeros tienen características claves de su engaño:
1º. Buscan su propia gloria, no la de Dios, porque no tienen parte con Él.
2º. Buscan saber más y más, pero no buscan practicar.
3º. Buscan tener seguidores, no que las personas sigan al Señor Jesús únicamente.
4º. Buscan ser remunerados, ser servidos, recibir, no dar.
5º. Buscan comodidad, no a los perdidos.
Son hombres y mujeres guiados por sus propios deseos y sentimientos egoístas, vanidosos, religiosos, que no priorizan una vida de Santidad y de Temor delante de Dios.
En la iglesia son una persona; fuera, otra. Siempre buscan sembrar la malicia y duda en los demás, con comentarios, preguntas y entonaciones acompañadas de afirmaciones sobre lo que se está Predicando a la Luz de la Palabra de Dios.
Y sus discípulos malignos obviamente siguen el mismo mal carácter de sus maestros.
El Señor Jesús dijo que por sus frutos serán conocidos.
Somos el resultado del espíritu que hay en nuestro interior y de los ejemplos que seguimos, ya sean buenos, de personas fervorosas, o malos, de personas religiosas.
Por lo tanto, es necesario tener mucho cuidado, porque ellos son muy fingidos.
Una razón más por la cual necesitamos el Sello del Espíritu Santo, porque solo así tenemos el Discernimiento del Espíritu Santo para lograr percibir sus falsedades, mentiras, astucias y engaños.
“Porque vendrá tiempo cuando no soportarán la Sana Doctrina, sino que teniendo comezón de oídos, acumularán para sí maestros conforme a sus propios deseos; y apartarán sus oídos de la Verdad, y se volverán a mitos”. 2 Timoteo 4:3-4
Esos falsos «siervos» no fueron Plantados por Dios, por eso, si no se arrepienten ya mismo, llegará el día en el que morirán sin tiempo de arrepentirse, serán cortados y lanzados al fuego.
«No todo el que Me dice: “Señor, Señor”. Eso sirve de alerta para todos nosotros, y también para aquellos que están en una iglesia y dicen creer en la Palabra de Dios, pero no la practican.
El Altísimo no acepta la falsa conversión; lo que Él exige de cada uno de nosotros es obediencia incondicional a Su Voluntad a través de lo que está Escrito en la Sagrada Biblia.
En mis 36 años siguiendo y sirviendo a mi Señor y Salvador Jesucristo, tristemente, he visto a muchos ser engañados dentro de la Obra de Dios, porque pensaban que, por predicar el Evangelio, curar a los enfermos e incluso expulsar demonios, estaban bien espiritualmente y tenían garantizada la Salvación. Pero vivían en pecado, o nutrían en su interior iniquidades (deseos malignos y pecados no confesados).
Sin embargo, lo que hacemos no es más importante para el Todopoderoso que lo que somos.
Ser engañado por las personas duele. Ser engañado por los espíritus malignos es perturbador. Pero peor aún es ser engañado por el propio corazón, por no reconocer el propio error…
Muchos predicadores elocuentes, que operaban grandes milagros, más tarde manifestaron un carácter defectuoso, y hoy están humillados y desacreditados.
Estamos en la Semana de la Hoguera.
Encendé tu Hoguera con esta Reflexión: ¿De qué sirve ser reconocido por los hombres si no sos conocido por el Señor Jesús?
“Cuidaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los abrojos? Así, todo árbol bueno da frutos buenos; pero el árbol malo da frutos malos. Un árbol bueno no puede producir frutos malos, ni un árbol malo producir frutos buenos. Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado al fuego. Así que, por sus frutos los conoceréis. No todo el que me dice: ‘Señor, Señor’, entrará en el Reino de los Cielos, sino el que hace la Voluntad de Mi Padre que está en los Cielos. Muchos Me dirán en aquel día: ‘Señor, Señor, ¿no profetizamos en Tu Nombre, y en Tu Nombre echamos fuera demonios, y en Tu Nombre hicimos muchos milagros?’. Y entonces les declararé: ‘Jamás os conocí; APARTAOS DE MÍ, LOS QUE PRACTICÁIS LA INIQUIDAD’”. Mateo 7:15-23
⌛️Nos vemos en la IURD o en las Nubes❗️
Ob. Julio Freitas