Margarita: «Cuando llegué a la Iglesia Universal tenía muchos problemas de salud. Uno de ellos era el cáncer. Me lo habían descubierto en un chequeo de rutina. Me sorprendió cuando la doctora vio en los análisis de sangre que algo no andaba bien. Me pidió otros estudios y luego me diagnosticó cáncer de mamas.
La noticia fue como un balde de agua fría. Tenía cinco tipos de cánceres encapsulados, uno dentro de otro. Me explicó que era complicado tratarlo debido al cóctel de medicación que se debía utilizar. Debía ver cómo reaccionaba.
Fue así como llegué a la Iglesia Universal y allí conocí el poder de Dios. Me explicaron que para Él no había nada imposible. Aprendí a usar la fe y a creer que la solución iba a llegar. El cambio no fue de la noche a la mañana, tuvimos que perseverar junto a mi esposo que me acompañaba en todo. Y, así, Dios fue obrando.
Finalmente, las sesiones de quimioterapia y rayos que la doctora me dijo que me tenían que hacer solo fueron cuatro. Cuando me volvió a controlar, no tenía absolutamente nada.
Además, me había dicho que iba a perder la movilidad del brazo, pero tampoco fue así. Mi sanidad fue completa porque Dios hizo todo nuevo».
Margarita asiste a la Iglesia Universal ubicada en Av. Pedro Luro 4422, Mar del Plata.
Venga este martes 26 de marzo a las 20 h a tocar en el Manto de la Esperanza consagrado en el Monte Calvario en Israel. Otros horarios: 8, 10, 12 y 16 h.
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