El lavado puede ser una tarea en verdad sencilla, o puede ser un trastorno si no sabemos cómo proceder en cada caso.
En primer lugar, debemos separar la ropa por colores. Dependiendo de la cantidad de prendas a lavar, habrá que dividirla entre ropa blanca y ropa de color. Si hubiera suficiente como para hacer cargas individuales, separaremos la ropa de color por cada tono, siguiendo las siguientes combinaciones:
– Azules y verdes.
– Amarillos, marrones y naranjas.
– Rojo y negro.
Siempre que sea posible debemos hacer esta división, para que no haya transferencia de colores.Una vez separadas las prendas, tendremos que revisar bolsillos, puños y demás, para retirar todos los elementos anexos que pudieran haber quedado allí. También habrá que cerrar braguetas, cierres y botones, para que no se enganchen en otras prendas.Es conveniente que las medias (de tejidos y de nylon o lycra), los zoquetes, la ropa interior y las prendas delicadas se coloquen dentro de bolsas de lavado. Si no contamos con ellas, podemos meterlas dentro de una funda de almohada, para que no se enganchen en otras prendas ni pierdan sus partes y accesorios.
Este será el momento de desmanchar o de tratar las manchas específicas (retirar restos sólidos, colocando desmanchador o jabón detergente sobre las manchas duras y fijas, etc.).
En lo posible, debemos evitar mantener la ropa sucia en un recipiente hermético o demasiado cerrado, para evitar la formación de hongos y de malos olores. Luego de lavar la ropa, se debe dar un secado apropiado (tendida, estirada, según sea el caso) y no dejarlas húmedas dentro del lavarropas por demasiado tiempo, ya que adquirirá olor a humedad.
Luego, haremos un lavado efectivo. Para cuidar el medio ambiente y también nuestra ropa, bajamos la temperatura del lavarropas. Para prendas con suciedad leve, podemos lavar hasta en 30°C a 40°C, más caliente si hay manchas más profundas y difíciles. Haremos ciclos cortos para prendas de uso diario, y recordar determinar carga completa o media carga en el caso adecuado.
Lavando a mano
Las prendas delicadas por lo general no pueden colocarse en la máquina para lavar, y requieren de cuidados y lavado a mano, para que no se arruinen
Para tu ropa clara utiliza agua caliente y detergente para ropa delicada. Puedes dejarla en remojo para eliminar las manchas difíciles sin estropearla. La ropa oscura no la dejes en remojo y utiliza un detergente que cuide los colores.
Para todo tipo de prendas, disuelve primero el detergente en el agua y después mete la ropa. A continuación frótalas suavemente una a una. Presta mayor atención a aquellas que estén más sucias así como a los puños y cuellos de las camisas.
Enjuaga una a una las prendas hasta eliminar todos los restos de jabón. Lo comprobarás observando que el agua que cae no tiene nada de espuma.
Escurre las prendas evitando retorcer, basta con hacer presión sobre ellas contra el lavabo.
Tiéndelas de manera que no queden marcas y evita dejarlas mucho tiempo al sol para cuidar los colores.
Si tienes dudas durante el lavado de las distintas prendas, podes seguir las instrucciones de la etiqueta, que te dirán el tipo de lavado, la temperatura, las instrucciones de secado y de planchado.