Entonces el Espíritu del Señor vendrá sobre ti con poder, y profetizarás con ellos, y serás mudado en otro hombre. Y cuando te hayan sucedido estas señales, haz lo que te viniere a la mano, porque Dios está contigo.”, (1º Samuel 10:6-7).
Muchos quieren cambiar su manera de ser, transformar su vida, y desean hacerlo a través de su fuerza, intentándolo de todas formas. Pero, la única manera de ser una nueva criatura, renovada, que tenga una nueva manera de ser, es a través del Espíritu Santo.
El Espíritu del Señor es el Único que puede lograr que una persona se transforme por completo. La verdadera liberación no ocurre cuando el espíritu inmundo sale, sino cuando entra el Espíritu Santo.
Él desea habitar en nuestro interior y, cuando Lo recibimos, somos transformados en nuevas criaturas.
“Entonces el Espíritu del Señor vendrá sobre ti con poder, y profetizarás con ellos, y serás mudado en otro hombre.”, (1º Samuel 10:6).
Cuando encontramos en la Biblia la palabra Espíritu escrita con mayúscula, eso representa al Espíritu Santo. Él nos cambia, somos mudados en nuevas personas.
Jesús dijo también: “…recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo…”, (Hechos 1:8).
El Espíritu Santo es poder en nuestro interior. Por eso insistimos constantemente, para que Lo busque, que no desista hasta recibirlo. Si Lo quiere, venga a la Universal los días dedicados al Espíritu de Dios.
Pero ¿qué hay que hacer para recibirlo? Se debe sacrificar la propia vida. Sin sacrificio no hay victoria.
Incluso nosotros, para venir al mundo, lo hicimos a través del sacrificio de nuestra madre. Para recibir Su Espíritu, hay que sacrificar la voluntad, obedecer lo que dice la Palabra de Dios. Cuando lo hace y se entrega 100% en el Altar, el Espíritu de Dios entra en su vida y puede transformarlo completamente en una nueva criatura.
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