El pasado sábado 22 a las 10 h en el Templo de Salomón, el obispo Edir Macedo realizó una reunión especial con los Obispos y Pastores de diferentes lugares del mundo. La misma se realizó con el objetivo de clamar por los pedidos de los millones de personas desesperadas por una transformación en sus vidas.
Antes de realizar el clamor por los pedidos, el Obispo leyó un pasaje bíblico: “Entonces Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo, sacó pan y vino; y le bendijo, diciendo: Bendito sea Abram del Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra; y bendito sea el Dios Altísimo, que entregó tus enemigos en tu mano. Y le dio Abram los diezmos de todo.”, (Génesis 14:18-20).
El Obispo explicó: “Cuando Melquisedec bendijo a Abraham, le pasó su naturaleza divina, pues él era rey de Salem y lo convirtió en sacerdote. De esta manera, por medio de Abraham, Dios constituiría un reino de sacerdotes”.
Él señaló también, que un sacerdote es mucho más que cualquier autoridad dentro de la Iglesia, es el que lleva consigo el poder para bendecir a otras personas, “Abraham no fue a buscar a Melquisedec, sino lo contrario. Así como tampoco nosotros no fuimos al encuentro de Jesús, sino que Él nos escogió”.
El Obispo se refirió la función que tienen los siervos de Dios: “No hemos sido llamados para satisfacer nuestros deseos, no solo para sanar, para liberar, sino para ser sacerdotes. Como tales, tenemos la obligación de ser justos como lo fue Melquisedec, vivir una vida limpia para ejercer la función de sacerdotes del Altísimo. Nuestra obligación es estar lavados, purificados en la sangre del Sumo Sacerdote Jesús”.
Después de esa palabra, el obispo Macedo llamó al frente del altar a los que querían buscar una renovación espiritual.
El momento culmine llegó en el momento del clamor. Los presentes levantaron su voz por cada una de las millones de personas que depositaron su fe en el Altar de Dios, el Obispo determinó: “Sean libres los seres queridos, los familiares sean transformados, haya prosperidad, restauración, milagros y que el nombre del Señor Jesús sea exaltado en todas las naciones”.
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