La traición se descubrirá. Quizás no se sepa cuándo sucederá, o de qué manera, pero no hay dudas de que, si hubo infidelidad, se revelará. Como el propio Señor Jesús afirmó:
“Porque no hay nada oculto que no haya de ser manifestado; ni escondido, que no haya de salir a luz.” Marcos 4:22
Algunas veces, la traición tarda tanto tiempo para descubrirse que el infiel cree que está a salvo, como le sucedió a una mujer peruana que recientemente se hizo famosa.
Esta muchacha traicionaba a su esposo en el 2013 y el hombre no sospechaba nada, hasta que necesitó usar el sistema de GPS de Google, el Google Street View. Esta herramienta está elaborada con fotos en 360º tomadas en millones de calles de todo el mundo.
El hombre, cuyo nombre no ha sido divulgado, buscaba una dirección en Lima, capital de Perú. Como puede verse en las imágenes de este artículo, vio a una pareja en el llamado Puente de Los Suspiros y reconoció a su esposa. Ella, confrontada, confesó la infidelidad y ahora ambos gestionan el divorcio.
El precio de la traición
Traicionar cuesta caro. En un primer momento, podemos darnos cuenta de este precio a través de las facturas de los albergues, restaurantes, regalos, etc. Al analizar un poco mejor, podemos entender que, más que el perjuicio económico, hay un perjuicio moral, familiar y espiritual.
Finalmente, como relata el escritor Renato Cardoso, el autor del libro “Casamento Blindado 2.0 – Su Casamento a Prueba de Divorcio”, El mayor costo de todos es “ser descubierto, perder el matrimonio y el respeto de los hijos, el buen nombre y la paz”.
Al ver revelado aquello que se quería oculto surgen diferentes adversidades: “mucho llanto del compañero, suyo y de los niños; mucho perjuicio económico en un posible divorcio; mucha vergüenza de sus familiares y conocidos; años desperdiciados; rencores inolvidables y muy difíciles de perdonar (incluso el desafío de perdonarse)”, afirma Renato.
Y la única manera de que no lo descubran en una traición es muy sencilla: no traicione. “Su cabeza es la que manda en su corazón. Pero si ella no manda en él, él mandará en ella y la llevará a hacer un montón de tonterías”, destaca el escritor.