El sufrimiento en la vida de Belén Guzmán comenzó a muy temprana edad debido a un intento de abuso de parte de un familiar en su niñez. Al pasar los años se convirtió en una joven nerviosa, no lograba dormir por las noches y era infeliz en su vida sentimental.
Su padre era violento y ella lo enfrentaba para que no golpeara a su madre.
Sentía un gran vacío en su interior y, en el intento de llenarlo, se involucró con jóvenes de ambos sexos. Aun así, la angustia se incrementó y luego llegaron los deseos de suicidio.
A través de una invitación conoció la Universal, aprendió a usar su fe y su vida comenzó a cambiar. El vacío que sentía, la angustia, el insomnio y los deseos de suicidio ya no existen más en ella. Además, la relación con sus padres cambió por completo. “Hoy soy feliz” finaliza.
Vea este testimonio completo a continuación y participe usted también del propósito “El Día del Nunca Más” en el Templo de la Fe, Av. Corrientes 4070, Almagro y en todas las Universal del país.