El jueves 25 de septiembre, se llevó a cabo una jornada de asistencia espiritual en el Establecimiento Cerrado Nazario Benavídez, organizada por voluntarios del Templo y Caucete, en el marco del programa Socioeducativo San Juan.
A pesar del contexto de encierro, se reafirmó que eso no significa dejar de aprender ni de valorar la vida. Por eso, los voluntarios prepararon una merienda saludable especial para compartir con los jóvenes del lugar.
Durante la actividad, se reflexionó sobre la importancia de los valores humanos. Cada menor escribió en hojas de cartulina los valores que considera importantes y luego construyeron un “árbol de valores”, una dinámica que les permitió expresarse y conectarse con lo que hay en su interior.
La reflexión central giró en torno al versículo de Proverbios 17:25: “El hijo necio es pesadumbre de su padre, y amargura para la que lo dio a luz”.
También se habló sobre cómo vivir una vida de necedad es una elección personal, y cómo alejarse de los caminos de Dios trae consecuencias. Los jóvenes escucharon con atención, participaron activamente y muchos compartieron sus pensamientos con sinceridad.
Al finalizar, se oró por ellos y se buscó la presencia de Dios.