Un padre llevó a su hija con el cabello atado al carrito de compras por los pasillos del supermercado. El caso ocurrió en la ciudad de Cleveland, en Texas, Estados Unidos.
Los testigos dicen que la niña lloraba mucho y le pedía al padre que se detuviera, pero no sirvió de nada. Cuando cuestionaron su actitud, el hombre simplemente respondió: “Tengo derecho a disciplinar a mi hija”. La testigo llamó a la Policía y ahora están investigando al padre por maltrato infantil.
Equilibrio
En la infancia, muchos recibieron algunas palmadas cuando hicieron algo malo. Pero hay una gran diferencia entre una palmada para disciplinar y una agresión.
Durante uno de los programas “La Escuela del Amor Responde”, la neuropedagoga Mariana de Sousa habló sobre este tema. “Cuando explicamos lo que se hizo mal y se usa la palmada como una forma de evitar alguna situación, ella se convierte en algo educativo. Pero la cuestión del golpe, la agresión, cuando es excesiva, cuando llega a lastimar, esa ya se escapa a la cuestión de educar”, dijo.
El conductor Renato Cardoso dijo que es necesario el equilibrio para educar al hijo. “La agresión física, lo que supera una palmada, tiene más posibilidades de traumar, perjudicar al niño, que ayudar. La palmada leve es algo que cumple con su función, pero a veces, es mucho mejor que el niño aprenda a través de la conversación”, dijo.
¿Ha tenido dificultades para lidiar con su hijo? Participe este domingo a las 9:30h en la Universal más cercana a su hogar.
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