Escuchar a alguien que se queja todo el tiempo, de todas las situaciones, nunca le hace ningún bien a nadie y de cierta forma molesta, incluso si se trata de una queja personal con pedido de ayuda.
Algunos dicen que es una forma de descargar las emociones y eliminar todas las experiencias negativas. Pero el filósofo y el científico Steven Parton demuestra que las emociones negativas procedentes de acciones propias o de otros, afectan directamente a nuestro organismo. Y peor aún, según él, algunas personas no logran prosperar en la vida porque no dejan de lamentarse. La teoría afirma que el pesimismo y las quejas siempre proporcionarán más experiencias malas, porque el cerebro acorta cada vez más el camino hacia los malos pensamientos.
La propia Biblia menciona y enseña que no debemos señalar a los demás: “Hermanos, no os quejéis unos contra otros, para que no seáis condenados; el Juez ya está delante de la puerta.” (Santiago 5: 9).
¿Y si los que tienen el hábito de quejarse, en lugar de señalar un error, hicieran un ejercicio para revertir la situación? Es lo que recomienda Renato Cardoso: “Cada vez que quiera criticar, quejarse de algo o de alguien, usted será el responsable de reparar la situación. Si no quiere esto, entonces, guarde silencio”, comenta en su blog, el conductor del programa The Love School – La Escuela del Amor.
Según Renato, con este ejercicio, quien critica la falta de limpieza en el lugar de trabajo, por ejemplo, será el encargado de solucionar el problema. “Tome la escoba o hable con el jefe de la limpieza, pida más tachos de basura para su sección o lave su propio plato después del almorzar. Entonces, si no quiere ser el responsable de esto, por favor, no critique la higiene del lugar. Cuide los oídos de los demás”, sugiere.
Tal vez esta acción al principio pueda parecer un poco radical, pero es la forma más fácil de ponerse en el lugar de quien usted cree que está equivocado. Según Renato, si todo el mundo aplicara este método, ya sea en el trabajo, en el hogar, en la escuela, en el barrio en el que viven, en la ciudad y en la propia vida, todo mejoraría.
Por lo tanto, no permita que las cosas más simples lo saquen de quicio y tampoco juzgue sin necesidad. Pídale dirección a Dios, para que Él le dé paciencia y lo calme, dándole las fuerzas necesarias para enfrentar cualquier problema con sabiduría.
Líberese del mal que estorba su vida. Participe de la Reunión de la Liberación, que se realizan todos los viernes a las 8, 10, 16 y 20h, en el Templo de la Fe, Av. Corrientes 4070 – Almagro o haga clic aquí y encuentre la Universal más cercana a su domicilio.
[related-content]