Hija de un egipcio y de una hebrea, el personaje de Ana vive el dilema del amor prohibido en Los Diez Mandamientos. La joven, que se mueve entre los nobles egipcios, está enamorada de Oseas. Además, sus familias son rivales, pues Apuki mató al padre del amado de su hija.
La actriz Tammy Di Calafiori, que personifica a Ana, cuenta que los obstáculos enfrentados por la pareja exigen una buena dosis de paciencia. “Ana y Oseas (Sidney Sampaio) viven en mundos diferentes. No es fácil para ellos lidiar con esa situación. Tendrán que ser fuertes y pacientes para lograr vivir ese amor”, comenta.
Actitud
Las actitudes de Ana muestran que es una mujer fiel a sus valores. Durante el período en el que fue dama de compañía de la reina Nefertari (Camila Rodrigues), por ejemplo, Ana terminó llamando la atención del faraón Ramses (Sergio Marone). Aún con la posibilidad de convertirse en esposa del rey, la joven no se deslumbró con la vida de privilegios junto al hombre más poderoso de Egipto. Así, Ana evitó entregarse a Ramsés y además logró dejar de ser dama del palacio.
Tammy dice que la postura de Ana es una de las características que más llaman la atención en el personaje. “Ana es una persona fiel a sus valores y sentimientos. Aun teniendo la oportunidad de convertirse en una de las esposas de Ramsés, sigue siendo sincera a sus sentimientos por Oseas. No se deslumbra con el lujo y la riqueza que el palacio y el rey pueden ofrecer”, afirma.
Un padre agresivo
El romance de Ana y Oseas además enfrenta la presión directa de Apuki (Heitor Martínez), padre de la joven. Engañador y vengativo, supervisa las obras de Egipto y no pierde oportunidad de humillar y castigar a los hebreos que están en la condición de esclavos. La violencia de Apuki también se extiende a su casa. En este caso, la que lo sufre es Judith (Nanda Ziegler), que sufre las humillaciones y agresiones de su marido. Ana se avergüenza de las actitudes del padre, como destaca Tammy: “Ana no está de acuerdo con las actitudes de Apuki y defiende a Judith, es una situación muy delicada. A pesar de que es su padre y que lo ama, ella repudia sus agresiones”.
Fuente: Folha Universal
El amor en la Biblia
La Palabra de Dios muestra que el matrimonio no debe basarse en intereses, injusticias o en un simple deseo sexual. “El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor”, (1 Corintios 13:4-5). Ana es un personaje que respeta sus valores y sabe esperar al verdadero amor. En vez de entregarse al hombre más poderoso de Egipto, ella prefirió luchar por el amor que alimenta por Oseas, un esclavo hebreo.
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