Los padres de Lucía exigen respuestas, su hija de 16 años está muerta y no la van a recuperar nunca. Ellos quieren justicia, quieren saber por qué, necesitan encontrar a los culpables y hacerlos pagar por arrebatarles la vida de su hija. Mar del Plata no puede creer la crueldad de los asesinos y la frialdad con la que lavaron el cadáver de Lucía y lo dejaron en la puerta de la Sala Sanitaria de Playa Serena de Mar del Plata.
Lucía tenía 16 años y una vida entera por delante, amaba a los animales y tenía muchos sueños por realizar, pero fue asesinada, sometida a un acto diabólico, como salido de una novela de horror. “Podría haber sido veterinaria: la apasionaban los animales”, dijo su madre que nunca comprenderá qué pasó con su pequeña.
Era una noche de guardia normal en la sala de Playa Serena, hasta que una camioneta frenó violentamente y dos hombres bajan el cuerpo de Lucía. El personal de la sala estaba anonadado, pero esos hombres no se quedaron a responder preguntas, desaparecieron rápidamente.
La joven estaba muerta, pero su cuerpo estaba limpio porque se encargaron de cubrir sus rastros. La mataron y su frialdad les permitió pensar qué hacer para evitar pagar su culpa.
Los sádicos se aprovecharon de la adolescente, pero el cuerpo de Lucía habló, aunque ella ya no puede. La autopsia reveló que había cocaína y marihuana en su sistema. Además, fue sometida sexualmente y empalada.
El empalamiento es una de las formas más crueles de asesinar, quien lo hace debe ser realmente sanguinario si va a llevarlo a cabo. Se trata de atravesar a una persona con un palo u otro objeto para destrozarla por dentro. Los primeros empalamientos habrían ocurrido en el siglo V A.C. Se usaba para castigar a los que se consideraban delincuentes y se los dejaba allí para que todos lo vieran sufrir, desangrándose y sufriendo.
Quienes la mataron la convirtieron en un objeto para diversión. Ella dejó de ser una mujer valiosa para convertirse en algo que se puede usar y descartar. Ellos se dejaron llevar por su morbo y se sirvieron de ella como si no fuera una persona.
Sus familiares organizaron una marcha para que esto no se repita, pero lamentablemente Lucía es una más de las víctimas de una lista interminable de víctimas. Las mujeres son el blanco constante de la violencia, de la tortura, del desprecio, se las convierte en cosas inanimadas listas para ser utilizadas y humilladas por quien lo desee.
Debemos recordar que Dios creó a la mujer como un ser valioso y único, dotado de una fuerza y al mismo tiempo de una delicadeza que es capaz de lograr lo que se proponga. El obispo Macedo, en su libro El perfil de la mujer de Dios, explica la importancia de la mujer en la creación de Dios: “El hombre, obviamente, jamás podría ser fecundado, multiplicarse y llenar la tierra si no existiese la mujer, que fue sacada de él para poder ayudarle a través de su unión. Fue creada de tal forma que, solamente, a través de ella, tendría las condiciones para alcanzar la multiplicación y llenar la Tierra.
La importancia de la mujer es tan grande que, si hubiera sido creada sin el hombre, podría haber llenado la Tierra sola. Dios podría haber hecho lo mismo que con la virgen María, concebir a través de la acción del Espíritu Santo. Así fue que Dios hizo que concibiera al Redentor de la humanidad, el cual restituiría la imagen de Dios”.
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