La envidia es una de las principales características del personaje de Betania, en Los Diez Mandamientos. Ella siempre quiere tener más que sus hermanas y hasta llega a codiciar al marido de una de ellas. La actriz Marcela Barrozo, que interpreta ese papel, explica: “Ella es muy envidiosa y le gusta menospreciar a los demás para sentirse mejor. Cuando Moisés (Guilherme Winter) llega a Madián, por ejemplo, ella ve una oportunidad para casarse. Y cuando descubre que Séfora (Giselle Itié) se va a casar con él, hace de todo para quedarse con Moisés. Incluso intentará destruir el matrimonio de su hermana”.
Debido a esa codicia incontrolable, Betania se involucra con la vidente Mahira y acepta alejarse de la familia para lograr lo que desea. Marcela comenta que las ansias de conseguir lo que es de los demás termina llevando al personaje a un camino peligroso. “Betania está buscando un camino nada bueno y va a terminar mal. No va a renunciar fácilmente a Moisés, a ese amor. No sé si es amor u obsesión, pero ella va a quedar peor en esta historia y seguirá peleándose con la familia”, afirma la actriz.
En la ficción, el padre de Betania, Jetro (Paulo Figueiredo), es una de las personas que más sufren con las decisiones incorrectas de su hija. A pesar de eso, Marcela mantiene las esperanzas y cree que el personaje puede regenerarse. “Espero que ella se dé cuenta de lo que está haciendo, para que le caiga la ficha, porque se está alejando de la familia y de las personas que ama. Betania decepciona mucho a su padre”, reconoce la actriz.
Fuente: Folha Universal
La envidia en la Biblia
Es un asunto recurrente en la Biblia, que indica que definitivamente no es un sentimiento bueno. O sea, no vale la pena compararse a los demás y desear lo que tienen. “No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo.”, (Éxodo 20:17).
Entre las consecuencias de la envidia están la rabia, la irritación y la amargura, que pueden dar lugar a actitudes violentas y perjudiciales para los demás. Además, la envidia trae efectos negativos para el propio envidioso: “El corazón apacible es vida de la carne; mas la envidia es carcoma de los huesos.”, (Proverbios 14:30).
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