Una joven india – que por cuestiones legales no se puede revelar el nombre – de 23 años de edad, fue secuestrada y violada repetidamente por cinco hombres. Durante los 8 meses que pasó en el cautiverio, estuvo lejos de sus dos hijos pequeños y del esposo, de la familia y de la sociedad. Cuando, en fin, fue liberada, cargaba en su vientre el fruto de su dolor. En breve, embarazada, será juzgada por el crimen que es acusada de haber cometido.
“Si yo estuve equivocada, entonces la diosa (entidad en la que creen) les dirá”, afirmó en la entrevista a la red BBC.
Sucede que en la comunidad Devipujak donde vive, al oeste de India, todos son muy religiosos y, sus creencias dictan las leyes y las costumbres. Y, para ellos, la mujer violada por otro hombre comete adulterio.
La joven vivía en la casa de los suegros, con el esposo e hijos, pero todos fueron expulsados. A la casa de sus padres tampoco pueden ir, porque cuando nazca el niño que espera, toda la familia sería excluida de la sociedad, incluso los hermanos adolescentes de la joven.
¿La solución? Ella debe purificarse.
El juicio
En esta comunidad existe un ritual impuesto a las mujeres: ellas son juzgadas (generalmente por adulterio o cuando los esposos creen que están mintiendo) aproximadamente por 200 personas. Un sacerdote pregunta lo que quieren saber de la mujer y, después de las respuestas, agarra un puñado de semillas de cebada.
La acusada tiene que adivinar si el número de semillas es par o impar. Si acierta, se asume que ella dice la verdad. Si se equivoca, significa que está mintiendo. Entonces tiene que equilibrar una piedra de 10 kilos sobre la cabeza, mientras el sacerdote vuelve a hacer las preguntas. La piedra debe quedarse allí hasta que los juzgadores creen en la inocencia de la muchacha. “A veces llevan meses para purificar, pues la persona inicialmente está mintiendo, pero la diosa sabe todo y eventualmente ellas tiene que decir la verdad”, explicó un anciano de la región a la red BBC. “Cuando la joven es purificada y pasa la prueba, nadie puede criticar a la familia o dejarla en el ostracismo. Pero si la joven no aprueba y la diosa dice que ella no es pura, entonces puede ser aislada de la comunidad.”
¿Víctima o culpable?
Ella fue secuestrada, abusada y la sociedad no la apoya, deja su vida a la suerte de semillas de cebada. El ritual “purificador”, traerá tan solo más sufrimiento para la joven.
Ese es un ejemplo extremo, así como el caso de violación ocurrido dentro de un ómnibus, también en India en la que el culpable afirmó que la víctima mereció ser abusada. Sin embargo, la violencia contra la mujer está en el mundo entero y puede ser bastante sutil.
El grupo Rahab, formado por mujeres de la Universal, es especialista en ofrecer asistencia a mujeres que sufren o sufrieron alguna forma de violencia. Conozca este trabajo en la Universal más cercana a su domicilio.
[related_posts limit=”10″]