Una joven de 20 años fue expuesta desnuda por las calles de Cubatão, litoral sur de San Pablo, después de haber sido encontrada con un hombre casado en un departamento.
Los dos fueron encontrados por la esposa traicionada, que cortó el cabello de la amante con una hoja de afeitar y la arrastró sin ropa por las calles del barrio Jardín Nueva República. La esposa también sugirió que los habitantes de la región abusaran sexualmente de la mujer, según ella, todo como una lección por haber salido con un hombre casado.
Videos y fotos, tomadas por los hijos de la agresora, fueron publicados por ella en una red social. La amante buscó a la policía civil y el caso se está tratando como delito de tortura. Las fotos y videos serán utilizados en contra de la esposa traicionada, que responderá por la acción. Si es condenada, la pena puede llegar a 10 años de prisión.
Motivos que conducen a la traición
Casos de traición seguidos de agresión debido al descontrol emocional, como lo que sucedió en este caso, son recurrentes. Sin embargo, ciertamente, actuar de forma impulsiva no cambia la situación. Además, solo la empeora.
El dolor de la traición es uno de los peores que la persona puede sentir. Pero nada es capaz de justificar un acto de violencia. Ni siquiera una traición. Muchas personas utilizan la falta de diálogo y de atención como motivo para apoyar un acto de infidelidad. Pero no es una actitud inteligente cuando uno de los dos – o ninguno – está satisfecho con la relación.
Durante uno de los programas de “The Love School – La Escuela del Amor”, el conductor Renato Cardoso explicó que la traición aparece siempre como algo atractivo. “Hay personas que traicionan por adrenalina. Hay emoción de sentir que el hombre la prefiere a ella en vez de a su propia esposa (en el caso de la amante)”, dijo.
Según Renato, son muchos los motivadores de una traición. El ambiente de trabajo, una amistad o cualquier otra oportunidad son algunos de ellos. Pero, en realidad, solo existe una raíz del problema: “Yo diría que la verdadera razón es porque, en el momento en el que la persona tomó la decisión de traicionar, suspendió el juicio y la inteligencia, y actuó con el sentimiento. Ninguna persona en su sano juicio puede pensar que la traición es una cosa buena.”
Cómo evitarla
El hecho es que nadie está exento de la traición, pero se puede evitar, por ejemplo, con una buena conversación. Un buen diálogo puede evitar molestias futuras y fortalecer la unión. Esa aproximación, a través de las palabras y miradas, debe ser constante, no solamente cuando hay necesidad.
De cualquier forma, de acuerdo con Renato, si la persona no tiene carácter ni valores firmes para no ceder a las tentaciones, puede hasta estar todo bien en su relación, pero la traición sucederá. “Lo único que protege a una persona de traicionar es cuando la misma es firme con sus principios y decide, en todo momento, no sucumbir delante de las situaciones, emociones y pensamientos que le vienen a la cabeza.”
Solamente la presencia del Espíritu Santo es capaz de sustentar, dar fuerzas y alejar cualquier mala influencia que intente obstaculizar su relación – lo mismo es válido para quien se vuelve la tercera persona en una relación de pareja.
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