¿Usted sería capaz de enfrentar todo y a todos para defender su fe en Dios?
Recientemente, ese fue el caso de una estudiante norteamericana de séptimo grado que llamó la atención de miles de personas en todo el mundo. La joven Jordan Wooley de la escuela Katy Independent School District, en Texas, Estados Unidos, contradijo la afirmación de una profesora atea, que decía no aceptar de ninguna manera que sus alumnos creyeran en la existencia de Dios.
La docente aseguró, adelante de todos en el salón de clases, que Dios era una leyenda, y amenazó con desaprobar a cualquier alumno que dijera que Él era real. “Ella comenzó a decir que todos estaban completamente equivocados. También ridiculizó a nuestros pastores”, declaró la joven.
Después de participar de la reunión del consejo de la escuela al lado de su madre, Jordan enfrentó a la profesora públicamente. Al descubrir lo ocurrido, el superintendente de educación pidió disculpas, lamentando mucho que la fe de Jordan fuera cuestionada, y elogió la postura de la niña.
La historia de Jordan trae a la realidad el tema tratado en la película “Dios no está muerto”, en la que un alumno es desafiado por un profesor a probar la existencia de Dios.
¿Qué se les ha enseñado a nuestros niños?
La Biblia afirma: “Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.” (Proverbios 22:6)
De acuerdo con estudios, aproximadamente el 93% de todo lo que el ser humano aprende es por captura y no por lo que le es enseñado. Es decir, para los padres que tienen la fe en Cristo, por ejemplo, no pueden decirles a sus hijos que oren al menos que ellos estén haciendo lo mismo, no pueden decirles que entreguen sus vidas a Dios al menos que ellos ya lo hayan hecho, no pueden decirles que perdonen unos a otros si los hijos no ven a sus propios padres pedir perdón.
Servir de ejemplo es muy sencillo y, además, los niños aprenden quién es Dios por la manera como un hogar es dirigido. Si fuera un ambiente en el que existe aceptación y amor, los hijos aprenden que Dios es así. La actitud de la pequeña Jordan, de no negar su fe, con plena seguridad, provino del ejemplo de su familia, por lo que no le importó lo dicho por la profesora; eso no causó ninguna duda en la niña.
En su blog, el obispo Renato Cardoso, afirma que para que un hijo tenga longevidad y éxito en la vida es necesario obedecer el primer mandamiento de Dios con promesa, que es honrar al padre y a la madre. “Debo obedecer todo lo que se alinea a la voluntad de Dios. Hay ciertas cosas que van en contra del Señor, y tenemos que descartarlas, porque, primero, debemos honrar a Jesús. El ejemplo es la mejor herencia que usted puede darle a sus hijos”, comenta el obispo.
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