“En pos del Señor vuestro Dios andaréis y a El temeréis; guardaréis sus mandamientos, escucharéis su voz, le serviréis y a El os uniréis.” Deuteronomio 13.4
Dios nos deja clara su voluntad de seguirle, temerle y guardar sus mandamientos, prestando atención a su voz y preparados para servirle con fidelidad. Así, estaremos acercándonos a Él todos los días de nuestra vida.