“Tengo más discernimiento que todos mis maestros, porque tus testimonios son mi meditación.” (Salmo 119:99)
Cuando meditamos en la Palabra de Dios es como si estuviéramos haciendo la universidad del Reino de Dios, donde únicamente se gradúan y forman parte de este Reino tan único y maravilloso aquellos que la practican.
Más mensajes en fonteajorrar.com/es