Ellos ya estuvieron en Sudáfrica, Estados Unidos, España, Portugal, Inglaterra y por otros países europeos. Ella es la hija del medio del Obispo Edir Macedo y fue su nacimiento, con una deformación congénita facial, lo que motivo a su padre a fundar la Universal, al aproximarse al sufrimiento ajeno. Casados hace 22 años, el obispo Júlio Freitas, de 41 años, y Viviane Freitas de 39 años, cuentan cómo aprendieron a convivir con las diferencias, de qué forma superaron las dificultades y cómo hoy en día disfrutan de un regalo enviado 14 años después. ¿Quiere saber qué es? Vea la siguiente entrevista.
Ser hija de pastor no garantiza una relación con Dios. ¿Cómo decidió usted seguir el mismo camino de sus padres?
Ella: Yo siempre estaba presente en las reuniones de la iglesia e incluso lloraba mucho. Creía que todo estaba bien con respecto a mi fe, pero eso era solo una emoción. Cuando volvimos a São Paulo (en esa época mis padres y yo vivíamos en Estados Unidos hacía algunos años), decidí que necesitaba tomar una verdadera decisión en mi vida. Ya estaba en mi límite y no quería vivir más de aquella manera, guardando tantas cosas, sintiendo las cosas que sentía. Comencé a participar de las reuniones en Brás con el corazón abierto y fui sincera con Dios, por eso pude encontrarme verdaderamente con Él y me bauticé. Después fui levantada a obrera y no me interesaba nada más fuera de la iglesia.
¿Cómo llegó usted, obispo, a la Universal?
Él: Después de 21 años de casados, mi padre traicionó a mi madre y ellos se separaron. Ella entró en una profunda depresión. Compartía sus frustraciones conmigo, mis hermanos peleaban con mi padre, había incluso agresiones, y parecía que jamás seríamos felices. Fuimos invitados por una tía a conocer la Universal. Mi madre atravesó por un proceso de liberación y cambió completamente. En esa época, vivíamos en Fortaleza, Ceará, y, cuando noté esa diferencia en ella, decidí a buscar a Dios también. Siempre tuve muchos problemas de salud, como asma y un problema en las piernas a causa del efecto de las vacunas tomadas en la infancia. Era muy débil y la debilidad me impedía hacer mayores esfuerzos. También tenía depresión, estaba muy triste y vacío. Apenas comencé a ir a la Universal con mi madre, fui curado de todas las enfermedades y me liberé de la depresión. Me bauticé en las aguas, recibí el Espíritu Santo y después de nueve meses en la iglesia fui levantado a obrero. A finales de 1988 comencé mi ministerio como pastor.
¿Cómo se conocieron y cómo empezó el noviazgo?
Él: Al principio de mi ministerio sucedió algo curioso, que yo solo lo descubrí años más tarde. Durante un viaje del Obispo Macedo a Ceará, la señora Ester me vio en una reunión de pastores y le comentó a su marido: ¿Estás pensando lo mismo que yo? (risas). Apenas me vio, le pareció que yo combinaba mucho con su hija Viviane. En 1991, a los 18 años, fui transferido a São Paulo y estaba en la catedral de Brás. Empecé a observar a una obrera, que me llamaba mucho la atención por la forma como oraba. Entonces, me ponía a pensar en cómo debería ser fuerte su vida íntima con Dios. Cuando realmente empecé a interesarme por ella, me enteré que era la hija del Obispo. Pensé que jamás funcionaría. Yo había terminado recientemente un noviazgo con una muchacha de Ceará y, además de ser 6 años más grande que yo, la distancia comprobó que nuestra relación no tenía futuro, pues se enfrió y preferimos terminar. Ella era de Dios, pero, para que una relación funcione es imprescindible que uno complete al otro y esto sucedió cuando la conocí a Vivi. Ella también estaba interesada en mí y enseguida nos pusimos de novios.
¿Qué es lo que más les gusta del otro?
Él: Me gusta mucho la forma cariñosa como ella me trata, pero lo que más aprecio de ella es la manera decidida que tiene de actuar. Tiene una fe inteligente e individual. Es muy parecida al Obispo Macedo, o sea, no depende de nadie para mantener su vida con Dios.
Ella: Él es un hombre temeroso de Dios y se renueva cada día, siempre trae enseñanzas que nos alimentan espiritualmente y nos traen la dirección, sin religiosidad.
¿Cuáles fueron las dificultades al principio del matrimonio?
Él: Tuvimos dificultades en la fase de adaptación, porque nos conocíamos poco. Fue un año y un mes, sumando el noviazgo, el compromiso y el casamiento. Ella siempre fue muy cariñosa y yo muy seco. Gracias a Dios, ella siguió de esa manera y yo terminé “ablandándome”.
¿Y los momentos más difíciles vividos en la Obra?
Él: Fue en España, donde estuvimos hace ocho años. La Universal fue muy perseguida y discriminada en ese país y, cuando llegamos, la misma ya existía hacía aproximadamente 11 años, pero con solo cinco iglesias. Usaban a los medios en contra de la Universal, que pasó a ser vista como una secta y era tratada como si fuese peligrosa y eso sucedía en términos nacionales. Nosotros no teníamos medios físicos de defensa, no teníamos medios de comunicación, no podíamos revelar nuestro lado, lo hacíamos solo a través de nuestra fe.
Ella: Para mí, fue cuando perdimos a los hijos que habíamos adoptado. Cuidé tres años a esos niños, pero no logramos la tenencia judicial y tuvimos que renunciar a ellos. Fue una gran lucha interior, ya que tuve dificultades para olvidarme de aquella pérdida y continuar mi vida. Cierto día, no aguantando más aquella situación, fui al Altar para realmente abandonar aquel sentimiento que me hacía muy mal. Entendí que no había sido llamada para estar preocupada por mi propia vida, que tenía un ministerio. Descendí del Altar sin saber exactamente lo que sucedería. Pasé a entregarme a la Obra de Dios y descubrí que podría generar hijos espirituales. A partir de ese sacrificio, de esa entrega, mi ministerio comenzó realmente.
¿Ustedes nunca más volvieron a ver a los niños?
Ella: En la época en la que perdimos la tenencia de ellos, Luis tenía 6 años. Después de 14 años, este año, él nos llamó y nos dijo que tenía su pasaporte en manos y que vendría a vivir con nosotros. Pero yo no lo había invitado, nació de él. Dios me libró de mucho sufrimiento, pues él tuvo una vida muy sufrida y llegó incluso a intentar suicidarse. Hoy él es una persona muy grata y quiere darles a las personas el mismo amor que ha recibido. A pesar de estar hace pocos meses con nosotros, ya se entregó a Dios totalmente, se bautizó en las aguas y en el “Ayuno de Jesús” recibió el bautismo en el Espíritu Santo. Hemos visto la gloria de Dios en su vida.
¿Les gustaría dejarles un recado a los lectores de Universal.org.ar?
Él: Que todos tengan consciencia de que la Universal entra en una nueva fase ahora, con el Templo de Salomón. Si hasta aquí cosas extraordinarias sucedieron, ahora cosas mucho mayores sucederán. Porque el Templo de Salomón representa a cada cristiano, a cada miembro de la Iglesia que esté dispuesto a sacrificar su vida para que se haga evidente el carácter de Dios.
Perfil de la pareja
Hobbies
Él: correr y fotografiar
Ella: salir con mis amigas y escuchar músicas instrumentales
Comida Preferida
Él: legumbres, verduras y un buen pescado
Ella: ¡me gusta todo! Desde mocotó hasta papas fritas
Equipo de fútbol
Él: Real Madrid
Ella: ninguno
Película
Él y Ella: La Pasión de Cristo, de Mel Gibson
Libro
Él: Amor de Redención, de Francine Rivers, y En los Pasos de Jesús, del Obispo Edir Macedo
Ella: Nada que Perder, del Obispo Edir Macedo. Me identifico con toda la historia. ¡Somos muy parecidos!
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