La reencarnación, básicamente, es definida como el resurgimiento del espíritu en forma material, carnal, en cuerpos diferentes, a lo largo del tiempo, con la finalidad de que la persona “evolucione” con cada experiencia vivida.
La “resurrección” no es lo mismo que la “reencarnación”. La resurrección es el regreso de un espíritu al mismo cuerpo.
La Biblia habla sobre la resurrección del Señor Jesús, en Mateos, capítulo 28, del versículo 5 al 7: “Mas el ángel, respondiendo, dijo a las mujeres: No temáis vosotras; porque yo sé que buscáis a Jesús, el que fue crucificado. No está aquí, pues ha resucitado, como dijo. Venid, ved el lugar donde fue puesto el Señor.”
Pero, según la Palabra de Dios, no es posible reencarnar, o sea, después de la muerte la persona pasará por un juicio. “Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio, así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan.” Hebreos 9:27-28
Por eso es muy importante que usted reflexione sobre la Salvación y sobre las elecciones que hace en la vida.
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