Saber administrar todos los conflictos de un hogar no es nada fácil. Pero nadie mejor que la mujer para ese papel. Ella puede desempeñar varias tareas al mismo tiempo, como esposa, madre y profesional.
Mientras el marido es el líder de la familia, la esposa es la responsable de cuidar el bienestar de todos. Gracias a su sensibilidad, logra estar atenta a todo lo que sucede en la casa.
La psicoterapeuta Goreth Salles Bueno dice que la mujer conoce todas las situaciones de la casa. “La mujer sabe todo lo que está ocurriendo y nota fácilmente cuando algo sale de control. Es como si ella tuviera varias antenitas conectadas a un radar”, bromea.
La especialista dice que las personas de afuera de la familia siempre ven a la esposa como la figura responsable por el buen funcionamiento del hogar. “Lo notamos cuando alguien pretende visitar la casa. ¿A quién generalmente se lo comunica? A la mujer, ya que ella sabe cuándo se puede recibir visita, cuál es el mejor horario, etc.”, ejemplifica.
Pero, para que la esposa logre administrar el funcionamiento de la casa, es necesario que tenga sabiduría. De lo contrario, será solo una mujer perdida en el medio de numerosas tareas y problemas.
La psicoterapeuta declara que la mujer que no es sabia no controla sus propias actitudes, tampoco los problemas familiares. “Ella no respeta al marido, no logra imponer límites a sus hijos, es mandona, quiere hacer todo a su manera, toma actitudes basadas en sus emociones y todo eso colabora con la destrucción de la familia.”
Bajo control
Cuando la esposa respeta las decisiones de su marido, está siendo sabia para lograr administrar los problemas que puede llegar a tener. Actuando así, él se sentirá cómodo para exponer sus desafíos.
Sin embargo, si la pareja pasa por dificultades, la mujer puede buscar al marido para que juntos, encuentren una solución que traiga paz al hogar. “Escuche lo que él tiene para decir y comprenda los hechos. Después, exponga su opinión. Muestre cómo podría ayudarlo”, recomienda la psicoterapeuta.
La ama de casa Eliane Gomes de Souza Freitas, de 50 años, cree que la conversación es la manera más eficaz para traer bienestar a la familia. “Primero, dejo que mi marido se descargue. Solo en el momento correcto digo lo que pienso y le doy mi consejo. Lo apoyo en todo, sabiendo que él responde por la familia y me cuida”, dice.
Para administrar los conflictos dentro del hogar, ella aprendió a ser paciente y a cuidar la casa, al marido, al hijo y a ella misma. “Cuando aprendí a cuidarme, también aprendí a tener cuidado con quien está a mi lado”, dice.
Pero su comportamiento no fue siempre ese. Cuando era joven, era muy nerviosa, descontrolada e impulsiva. “Siempre hablaba de mala manera y en cualquier momento. Agredía a mi esposo todos los días, porque todo tenía que ser a mí manera”, relata. Las discusiones diarias eran comunes frente a mi hijo que, en esa época, era pequeño y sufría con lo que veía en casa. “Él se escondía por el miedo y se enfermaba por ver nuestras peleas”, recuerda.
Cuando él tenía 4 años, ella notó que estaba siendo un ejemplo negativo para él y decidió buscar la sabiduría en Dios para administrar a su familia. “Reconocí que me equivocaba y traté de aprender a ser una esposa que colabora con la felicidad de todos.”
La psicoanalista Claudia Barros Fonseca resalta que pelear en presencia de los hijos no es saludable. Dependiendo de la edad, se puede perjudicar el desarrollo del niño. “Si los oyen alterados, lo entienden como una amenaza. Puede ser que sea introvertido por muchos años y tenga miedo de hablar con las personas, por pensar que todo terminará en pelea”, alega.
Ella declara que los niños menores de 7 años no tienen total dominio del leguaje, lo que dificulta la comprensión. “El niño se confunde y absorbe la tensión del ambiente.”
La especialista incluso resalta que la forma como administra los conflictos delante de sus hijos les enseñará cómo proceder en la vida. “En vez de pelear delante de ellos, muestre como todos pueden presentar su punto de vista. Es una buena forma de estimular al niño a tener sentido crítico y a hacer reflexiones”, dice.
El Godllywood se enfoca en ayudar a mujeres en toda y cualquier situación, desde que deseen realmente ser ayudadas y moldeadas para ser una mujer mejor. Conozca más sobre el grupo y sepa cómo participar de los proyectos ingresando aquí.
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