Pare por algunos instantes y respóndase a sí misma: ¿su alimentación es saludable? En el caso de que la respuesta sea “no”, ¡sepa que usted no es la única! A fin de cuentas, la comodidad – y la pasividad – parece colaborar para que el cuidado con la alimentación sea secundario. Así está la alimentación incorrecta – aquella en la que poco importa la calidad de lo que se come.
El resultado de esto va más allá de los kilos extras, porque la manera incorrecta de alimentarse puede implicar riesgos en la salud. En el pasado, las cosas parecían más fáciles. A fin de cuentas, todos comían en casa y nadie era rehén de los industrializados. Por otra parte, hoy la confusión parece estar instalada. Quien se preocupa por comer alimentos saludables queda aturdido con las orientaciones que varían, muchas veces, de acuerdo con la moda. De repente, aparece una dieta que prohíbe la ingestión de carbohidratos – porque, si engorda, debe ser considerado el enemigo número uno de la dieta. Después, surge la “recomendación” de que el consumo está permitido – pero solo hasta las 18 hs. No tarda en aparecer una tercera opción, contradiciendo a las dos, y al final, nadie sabe qué es lo que se debe comer.
Sí, el mundo parece conspirar contra las mujeres que deciden “trillar el camino” de la alimentación saludable: las golosinas parecen estar por todas partes, altamente disponibles para la crisis de la ansiedad o SPM; los fast foods parecen estar a una distancia infinitamente menor entre el dormitorio y la cocina: basta pedirlos por celular. ¿Y qué tal alimentarse confortablemente delante de la TV – perdiendo la noción de lo que se come y de cuánto se come? Ciertamente la lista continuaría por algunos renglones: el problema es cuando apenas nos damos cuenta de lo mucho que somos sumisos a ella.
Alimentación saludable
Para quien cree que la alimentación saludable es tan complicada como una ecuación matemática, se engaña: es simplemente la combinación entre la variedad y la calidad de los alimentos, que, si es consumida en la cantidad adecuada, es capaz de garantizarle salud. Significa alimentarse correctamente con las cantidades adecuadas, sin exageraciones y también sin exclusiones. La nutricionista Danielle Yamasaki sintetiza en una única palabra: “Es equilibrio. Es cuestión de combinar el grupo de alimentos como los carbohidratos, las proteínas y los lípidos”, aclara. Por eso, estar atenta a las elecciones alimentarias es fundamental. Es tener conciencia de que lo que se come influye directamente en la salud y en la manera como usted se siente.
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