¿Ya ha oído la frase: “nosotros somos lo que pensamos”? El dicho popular muestra, de una forma resumida, que sus pensamientos influyen mucho en su vida. Una prueba muy sencilla de esto es la siguiente: Usted, ¿ya ha experimentado cocinar algo cuando está molesto, triste, enojado o con miedo? No importa si usted es un destacado chef internacional, el plato no será perfecto. No es la comida en sí la que es buena o mala, ni los ingredientes los que tienen buen o mal origen, sino su acción sobre ellos, su estado de ánimo al utilizarlos.
El ejemplo del cocinero puede ser sencillo, pero demuestra claramente cómo estamos sujetos a nuestros propios pensamientos. No podemos impedir que lleguen, ellos vienen. Pero podemos influir en ellos, e incluso reprenderlos cuando son negativos. ¿Qué es una obsesión sino un pensamiento que ganó fuerza al punto de apoderarse de su existencia? La persona siente que es imposible dejar de pensar en una determinada situación, en alguien o en algo que le causa miedo, y eso comienza a controlar su vida cotidiana. Pero, si esta obsesión comenzó siendo pequeña, la estrategia correcta es saber cómo comenzó.
La resistencia debe ponerse en acción desde el principio, cuando los primeros pensamientos comienzan a surgir. Es más fácil arrancarlos cuando todavía son una frágil y pequeña planta, que cuando ya se convierten en un enorme y terrible árbol que se apodera de todo el terreno con sus intrincadas raíces.
El obispo Edir Macedo habló sobre el asunto en su blog: “Si los malos pensamientos vienen y no los resistimos de inmediato, ellos ganan fuerza y pueden causarle riesgos a la buena conciencia y, mientras más tiempo permanezcan en su mente, será más difícil reprimirlos.”
Muchas personas no habrían pasado por problemas muy serios si hubieran cortado el mal desde el comienzo, cuando el mismo aún era un simple pensamiento, Entonces, ¿Cómo hacer para impedir que esa poderosa semilla germine? Controle los pensamientos antes de que ellos lo controlen a usted. Sí, su cerebro es el que manda. Mire a continuación, algunos consejos indispensables:
*Piense con claridad en una cosa a la vez: Esto se asemeja a los juguetes de bloques de encastre: solo cabe una pieza en un determinado lugar, pero es usted quien decide cual pondrá en el lugar para formar el objeto deseado. ¿Comenzó a pensar en algo malo? Expulse ese pensamiento antes de que se encaje con fuerza en su mente y, de inmediato, ponga otro pensamiento bueno en su lugar. Una vez ocupado el espacio, las ideas malas no tendrán adonde alojarse.
*Aun teniendo en cuenta el consejo anterior: ¿Qué puede encajar de bueno en su mente? Algo positivo para usted y que de buenos resultados. Estar con una persona que le agrade, una buena película, una agradable canción, un libro de buena calidad, una oración sincera, una tarea doméstica que debe hacer, y que postergó por mucho tiempo vaya a saber por qué motivos.
*Huya del estrés: este intensifica el ingreso de enfermedades a su cuerpo y de malos pensamientos a su mente. ¿Ha entendido ahora porque el estrés es el mayor causante de muertes en el mundo, incluso superior a las guerras?
“Pero, ¿si no hay otra manera y tuviere que pensar en algo malo que debo resolver?” Usted puede preguntar. Por supuesto, nadie aquí está recomendando ilusiones ni que huya de sus responsabilidades. La cuestión no es huir, sino vencer. Entonces, vamos por un camino estratégico. Piense en un guerrero entrando en una batalla desmotivado o con la cabeza caliente. Las probabilidades de que él sea un vencedor son mínimas. Pero, si ese mismo soldado espera el momento oportuno y sabe utilizar una táctica más elaborada con el debido entrenamiento, probablemente, saldrá vivode la batalla. El secreto está en el enfoque: si un mal pensamiento es un problema, debemos concentrarnos en la solución.
Con estos consejos llegamos a una conclusión muy interesante: aunque un pensamiento (o sentimiento) malo se manifieste, nadie le dijo que usted está obligado a obedecerlo. Como el obispo Macedo dijo al principio de este artículo, es una cuestión de protegerse y de utilizar algo que es muy importante, esto es, la conciencia.
Usted es el dueño del lugar dónde esa idea mala o triste se aloja, se expande y se apodera. Elimínela de inmediato en la entrada, para que la misma permanezca bien lejos de usted.
Los domingos, en todas la Universal, obispos, pastores y obreros claman para que todos los presentes tengan un encuentro con Dios. Si usted ha llorado, incluso en voz baja y sin que las personas lo sepan, si se encuentra cautivo debido a un problema, no deje de participar en este día especial. Vea la dirección de la Universal más cercana a su domicilio.
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