“¡Eso va en contra de mis principios!”
Usted ya habrá oído a alguien decir esa frase o tuvo que decirla en algún momento, delante de alguna propuesta.
Pero entonces, ¿qué son esos tales principios?
Los principios es todo aquello en lo que usted basa su vida. Una norma de conducta. Son los valores reales y éticos de una determinada persona. Es tan importante que una persona tenga principios que cuando se dice que alguien no los tiene, ya se entiende que aquella persona probablemente es capaz de cualquier cosa – incluso ilícita – para lograr sus objetivos.
Sin embargo, tan importante como tener principios es saber cuáles tener. Su vida será construida sobre ellos, por lo que necesitan ser lo suficientemente fuertes como para sostenerlo.
El obispo Honorilton Gonçalves, responsable por el trabajo evangelístico de la Universal en Bahía, destaca la importancia que de tengamos principios Divinos: “El principio de Dios es Su Palabra. Cuando el principio de nuestra vida es el Señor Jesús y la Palabra de Dios, entonces usted es bendecido; usted realiza, así como en el principio de Dios todo fue creado, todo fue formado. Cuando el principio de la vida de una persona es la Palabra de Dios, entonces, hasta lo que no existe pasa a existir.”
Principios Divinos
Pero ¿cómo obtener tan alto nivel de principios para su vida? Simple, por medio de la Palabra de Dios, la Biblia.
“Busque no tan solo tener la Biblia en su casa, sino también ábrala para leerla, medite, entonces el Espíritu Santo hablará con usted. Una Palabra de Dios hace que usted gane todo el día. Una Palabra que Dios lo aconseja, hace con que usted sea exitoso todo el año. Pero para eso usted tiene que buscar”, enseña el obispo Gonçalves.
Sin embargo, el gran secreto para alcanzar principios sólidos para la vida no es solo oír la Palabra de Dios, sino también colocarla en práctica. No fue en vano que el propio Señor Jesús nos advirtió sobre cómo mantener una vida firme, usando como ejemplo las dos casas que fueron edificadas y las comparó con dos tipos de personas. Las personas que oyen la Palabra de Dios y no la practican son comparadas por el Señor Jesús con un hombre imprudente que edificó su casa sobre la arena, y cuando llegó la lluvia y los vientos, o sea, las dificultades, los contratiempos, grande fue la ruina de aquella casa, pues no tenía una base sólida.
Pero, otro tipo de persona fue ejemplificada por el Maestro:
“Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca.” Mateo 7:24-25
Solo escucha y practica los principios Divinos quien los prioriza por encima de todas las cosas. “Usted no puede solo leer la Biblia, usted tiene que tener la Palabra de Dios en su vida. La Palabra de Dios tiene que ser prioridad para usted. Porque si no fuese prioridad, usted no crecerá espiritualmente”, finaliza el obispo.
Una manera de priorizar la Palabra de Dios es participando de las reuniones cuyo objetivo es enseñarle al respecto de ella. En todas las Universal, los miércoles y domingos, usted aprende a tener los pensamientos de Dios, para la garantía de la Vida Eterna como para la conservación de su fe mientras esté en este mundo.
Participe en una Universal más cercana a usted.
Enseñe este principio de la felicidad compartiendo este mensaje en sus redes sociales.
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