¿Quién no quiere sentirse despreocupado con respecto a la vida, estar tranquilo, divertirse y relajarse? De hecho, muchos creen que todos los problemas, con el paso del tiempo, se solucionarán porque la propia vida les presentará soluciones incluso para las situaciones más escabrosas, que aparentan no tener salida, como los problemas económicos o de salud, por ejemplo. Hay quienes no se preocupan por las adversidades y tienen una postura más «tranquila» con respecto a ellas, ¿pero ese relajamiento es conveniente?
Por un lado, es positivo afrontar la vida desde el punto de vista de que todo tiene solución. Por otro lado, esperar que la solución «caiga del cielo» y no hacer nada para resolver sus problemas es, como mínimo, una gran irresponsabilidad. Esta manera de comportarse recuerda una canción que sonó mucho en las radios de Brasil hace ya un tiempo: Deixa a Vida me Levar, su traducción es «Deja que la vida me lleve», sin embargo, si esta filosofía se convirtió en una buena canción, en la vida real, tanto su intérprete como sus autores trabajaron exhaustivamente para alcanzar sus metas y no se dejaron llevar por la vida a cualquier lugar.
Hay muchos ejemplos de hombres relajados: los que evitan tomar cualquier tipo de decisión para no tener que lidiar con la carga de sus decisiones en caso de que algo salga mal, los que aparentan no tener la capacidad de decidir la ropa que vestirán para ir a trabajar y dejan que sus esposas tomen esa decisión, y los que no toman una postura frente a las situaciones más simples, como lo que prefieren comer, por ejemplo. Ellos suelen responder cualquier pregunta con frases como «me da igual» o «como quieras». Si tienen trabajo, está bien, pero, si no lo tienen, «está todo bien», porque la vida les dará una solución.
No es de extrañar que los padres de esos hombres los ayudan a cubrir todos los gastos que tienen con sus familias, sin exigirles cualquier esfuerzo. Cuidado. La alerta es para padres e hijos: el relajado no llega a ningún lugar y un día, inevitablemente, la fuente de ayuda se terminará.
¿Llevar hacia dónde?
El que se deja llevar por la vida, mínimamente, no entiende que la propia vida es una dádiva dada por Dios para crecer en todos los aspectos y proyectos.
El que suele pensar y actuar de manera inteligente entiende la importancia del Espíritu Santo en su vida y pone en práctica Sus enseñanzas. Además, la propia Salvación solo existe para el que trabaja por ella. El que se deja llevar por la vida irá hacia donde el mundo quiera y, ciertamente, ese lugar no está cerca de Dios.
Para resolver los problemas del mundo y alcanzar la Salvación, la toma de decisiones es fundamental, y la principal de ellas es obedecer las enseñanzas de Dios. Solo de esta manera cada hombre puede controlar su propia trayectoria, porque Dios, además de aconsejar, también ampara. Esta decisión no implica tener más de 40 años y estar tirado en el sillón de los padres. Todo hombre inteligente, independientemente de la edad, puede decidir ya mismo tomar la dirección de su vida. Si usted aún no tiene ese entendimiento, ya es momento de aprender a ser hombre.