¿Ya fue a cenar con alguien que significa algo para usted? Vamos a suponer que ese alguien, en vez de prestarle atención, ponerse al día, matar la nostalgia, oír algo importante que usted quiere decir, prefirió estar con el celular leyendo o escribiendo mensajes, llamando o recibiendo llamadas telefónicas, verificando los e-mails… Muy desagradable, ¿no?
El celular desvía la atención que debería ser suya.
Lo mismo puede suceder con otras cosas. Usted quiere la compañía de alguien, hablar algo importante, pedir un consejo, y la otra persona está hipnotizada en el partido de fútbol de la televisión, en los videojuegos, en la notebook en el regazo, en una revista de cosas sin importancia…
¿De qué sirve que esa persona esté de cuerpo presente si está conectada a otras cosas? Y peor: esa persona muy conectada al teléfono, a la TV o a la computadora puede ser usted.
Alguien puede querer darle una buena noticia, o hacerle una oferta que cambiará su vida. Solo que, al sentir que su atención está enfocada en otras cosas, puede incluso desistir. De nada sirve que alguien le diera una chance si usted no la oye.
Resolver ese problema es uno de los objetivos del Ayuno de Jesús. Es hacer que usted no se distraiga con otros temas poco útiles que le roban tiempo con Dios.
El propio Señor Jesús Se aisló durante 40 días en el desierto, sin interrupciones de personas, para estar con Dios integralmente.
Pero Jesús no quería solo hablar con Dios. Estaba allí para recibir todas las informaciones sobre lo que necesitaba hacer luego del ayuno. Incluso Él, que era Dios en carne, necesitó una retirada estratégica, estar lejos de todo y de todos para prepararse para los días difíciles que vendrían. Y lo que fueron días difíciles para Él, en realidad, formaron la mayor victoria de la historia de la humanidad. Por medio de Su sacrificio, tenemos acceso a la Vida Eterna.
Pero, ¿tendríamos ese acceso si Él no hubiera oído con atención lo que Dios quería decirle?
¿Tendríamos ese acceso si Se hubiera quedado en el desierto, pero pensando en lo que sucedía en Jerusalén? Si Se quedara allí con la mente en otros temas, ¿le prestaría atención a la dirección?
El “Ayuno de Jesús” le ofrece 40 días de un contacto más cercano con Dios, con Jesús, con el Espíritu Santo. Un contacto íntimo, mayor, más fructífero.
Entonces, decídase por lo que más merece su atención: ¿su celular, su televisión, su videojuego, su computadora, el fútbol, sus revistas, o su Señor y Salvador?
En el caso de que usted tome la decisión correcta, tendrá toda una Vida Eterna para estar feliz con la decisión que tomó.
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