Algunas personas pensarían que es una exageración regalarle a un niño una alta suma de dinero, pero, ¿qué pensaría si a una niña de solo 7 años le regalaran el diamante más caro del mundo? Fue lo que le sucedió a la pequeña Josephine, hija del magnate de Hong Kong Joseph Lau, de 64 años (foto abajo), que decidió regalarle a la niña un anillo de diamante. La joya, bautizada por él “The Blue Moon of Josephine”(“La Luna Azul de Josephine”), en homenaje a su hija, fue comprada en una subasta en Suiza por 48,39 millones de dólares.
Según la prensa local, Lau adquirió el diamante un día después de haber comprado otro diamante rosa bautizado “Sweet Josephine” (“Dulce Josephine”), por 28, 5 millones de dólares.
De acuerdo con la lista de la revista Forbes, el empresario del sector inmobiliario, es el 6° hombre más rico de Hong Kong y el 114° en la comparación mundial. Él hizo su fortuna a partir de la inversión en caballos y por la compra de empresas, en la década de 1980.
No es la primera vez que el padre de Josephine se muestra generoso. Según CNN, en el 2009 Lau compró otro diamante azul, el “Star of Josephine”(“Estrella de Josephine”), por 9,48 millones de dólares.
El año pasado él homenajeó a su otra hija, Zoe de 13 años, al comprar el diamante “The Zoe Diamond” (“El Diamante Zoe”), por 32,6 millones de dólares, además de un rubí y un broche de diamante “The Red Zoe” (“El Rojo de Zoe”), por 8,43 millones de dólares.
¿Él actuó correctamente?
Lau también es un coleccionista de valiosas obras de arte y tiene una afición por las compras extravagantes. Sin embargo, la actitud del empresario hizo que los internautas se preguntaran si estos gestos sumarán positivamente en la formación de sus hijas, ya que tienen todo, sin tener que esforzarse, por lo tanto, ¿valorarán las futuras conquistas? ¿Habrán comprendido realmente el verdadero significado de la magnitud de estos regalos?
Es comprensible que los padres siempre quieran evitar que sus hijos pasen por algún sufrimiento, pero cuidarlos de enfrentar la vida, no los ayudará en el futuro. “A veces el sufrimiento es necesario para que haya una madurez y por lo tanto la persona no cometa los mismos errores”, orienta el obispo Renato Cardoso, conferencista de la reunión de la Transformación total de padres e hijos.
Algunas etapas son imprescindibles para la formación del carácter de los hijos. Apreciar las pequeñas conquistas, ganar la confianza y el apoyo de los padres, respetar la sociedad y a las personas a su alrededor son valores que sustentarán la base de la vida adulta. “A veces, tiene que dejar que sus hijos cosechen los daños y las consecuencias de sus actitudes equivocadas. Debe dejar que su hijo trabaje para que pueda pagar la ropa que arruinó, la cuenta del celular que utilizó, etc. Su responsabilidad como padre y madre es enseñarles a sus hijos a tomar las mejores decisiones. Si usted hace esto, pone sobre ellos mismos la responsabilidad de su felicidad y no sobre usted”, destaca el obispo.
Para aprender más sobre cómo tratar a sus hijos, su familia, participe de las reuniones que se realizan los domingos a las 9.30h. Haga clic aquí para ver la dirección de la Universal más cercana a usted.[related_posts limit=”15″]