No soporta la idea de saber que un día morirá o de que tarde o temprano, inevitablemente, tendrá que experimentar el dolor de la pérdida de un ser querido. Y la única manera que usted encontró de lidiar con ese miedo fue evitar hablar del asunto, ¿no es cierto? Prefiere actuar como si eso fuera algo que estuviera completamente fuera de su realidad. Pero no lo es. La muerte vendrá para todos, y eso lo incluye a usted y a mí.
El miedo a la muerte es algo inherente al ser humano, usted no está solo. Y cuando tememos algo, la primera reacción que tenemos es huir. Hasta que llega el tan temible momento en el que, sin elección, tenemos que enfrentarlo.
Pero existe una razón para ese miedo, y usted debe reflexionar sobre ella y debe descubrir cuál es su origen. Deténgase por algunos minutos y pregúntese a sí mismo: “¿Será por el hecho de no saber o no tener certeza de lo que viene después, o de qué o quién estará a la espera del ‘otro lado’?”
Por lo general, lo desconocido nos asusta. Así como cuando actuamos con aprensión el primer día de clases, el primer día de trabajo, en el primer encuentro, cuando nos perdemos en un lugar totalmente desconocido, de la misma manera, nos deparamos ante la idea de la muerte. Por supuesto que en una escala mucho mayor.
Usted no sabe lo que encontrará allí. O sí lo sabe y es justamente por eso que le teme tanto.
Es necesario estar seguro
¿Pero si en su primer día de clases usted supiera que sus mejores amigos serían sus compañeros del aula o que su futuro jefe de su nuevo empleo es su amigo de toda la vida? Con plena seguridad ese miedo se disiparía como una nube de humo.
Así también lo es con respecto al miedo de la muerte. El día que tenga certeza de Quién lo estará esperando del “otro lado”, ese miedo se terminará y usted enfrentará la muerte desde otra perspectiva.
Está en nuestras manos el destino de nuestra alma. La Palabra de Dios es clara con respecto a eso. Cuando tenemos la certeza de nuestra Salvación, pensamos como el apóstol Pablo, que afirmó:
“Porque para mí el vivir es Cristo,?y el morir es ganancia.” (Filipenses 1:21)
El Señor Jesús les garantiza la Vida Eterna a los que oyen y obedecen Su voz:
“En verdad, en verdad os digo: el que oye Mi Palabra y cree Al que Me envió, tiene vida eterna?y no viene a condenación, sino que ha pasado de muerte a vida.” (Juan 5:24)
La única manera de que se libre de ese miedo a la muerte es que garantice su Salvación.
Todos los miércoles a las 8, 10, 16 y 20 h, en el Templo de la Fe, Av. Corrientes 4070 – Almagro y en todas las Universal, se realiza la Escuela de la Fe. Una reunión cuya finalidad es el desarrollo de la fe y la madurez espiritual del cristiano. Allí usted aprenderá cómo proceder para alcanzar la Salvación de su alma.
Ingrese aquí y encuentre la dirección más cercana a usted.
Si usted quiere comunicarse con nosotros, puede hacerlo llamando al 5252-4070.