La Biblia en Génesis, cuenta de una forma bien simple cómo fue creada la Tierra. Dice en cuántos días, el orden y lo que comenzó a existir por la voluntad de Dios, y, según las escrituras eso sucedió aproximadamente hace 6 mil años.
En 1650, James Usscher, clérigo de Irlanda, publicó uno de los documentos más conocidos sobre la edad de nuestro planeta, comprobando el Génesis. Él hizo las cuentas basado en las Palabra Sagrada:
– De la creación hasta el Gran diluvio – 1656 años;
– De Abraham hasta la liberación de los hebreos de la esclavitud en Egipto (el Éxodo) – 503 años;
– Desde el Éxodo hasta la construcción del Templo de Salomón original – 481 años;
– Del Templo de Salomón hasta el cautiverio de los israelitas en Babilonia – 414 años;
– Del cautiverio babilónico hasta el nacimiento de Jesús – 614 años;
– Del nacimiento del señor Jesús hasta la época de Ussher – 1650 años.
Si contamos desde que esta cuenta paró hasta el 2014, son casi 6 mil años desde la Creación.
Una cuenta aparentemente simple con el acceso a las informaciones que tenemos hoy – no se compara a las condiciones del siglo 17. Tal vez, por esta simplicidad, muchos científicos quieren complicar la situación, diciendo que la Tierra existe hace 4.470 millones de años. Se basan en estudios de las capas del suelo y en el análisis de la radioactividad del mismo. Muchos hombres y mujeres de la ciencia se niegan a creer que Dios creó el Universo y que está al mando de él, cerrando los ojos a lo que dice la Biblia.
Puntos para evaluar
La Tierra, como sabemos, está en plena formación. El suelo se acomoda en algunos lugares de la esfera planetaria. Los volcanes están en todos los continentes, revolviendo el interior del planeta y formando nuevas capas rocosas con la lava que se solidifica. Mucho de lo que los científicos muestran son suposiciones. Una y otra vez, ellos mismos descubren que lo que aprendieron sobre las eras de la formación de la Tierra y de los seres vivos (como los dinosaurios, algunos mamíferos o el propio ser humano prehistórico) no era exactamente verdad. Hasta hoy no encontraron el tal “eslabón perdido” entre el mono y el hombre, que los evolucionistas afirman que ha existido.
La ciencia cambia. El Génesis está de la misma manera como fue escrito, con muchas informaciones. Otros libros de la Biblia también hablan de asuntos que los científicos descubrieron milenios después, pero festejan como si hubiesen sido ellos los descubridores, cuando, a lo sumo, solo lo comprobaban las Escrituras – como también sucede todo el tiempo con la arqueología.
Ya estaba en las Escrituras
La Biblia ya contaba, por ejemplo, que la Tierra era redonda, mucho antes de que el navegante Cristóbal Colón y algunos hombres de la ciencia comprobaran esto. También nos enseñaba que la luna no tiene luz propia, que la gravedad existe; que las estrellas son incontables; que hay corrientes submarinas; que existen reservas de agua bajo los océanos; que los microorganismos nocivos pueden matar – y por eso necesitamos desinfectar a las personas, ropas y lugares; que demasiada azúcar destruye nuestra salud, entre muchas otras cosas que hoy científicos e ignorantes saben.
Sin embargo, durante muchos años, gente de la ciencia resolvió que la Biblia era un libro de mitos, de historias inventadas y no algo inspirado por el propio Dios, ¿Cómo el ser humano, que en la época no sabía leer ni escribir, podía saber secretos del universo sin ayuda de la tecnología de hoy? ¿Cómo podía hablar de cosas que ni siquiera había visto? La propia naturaleza siempre exaltó a Dios.
Entonces, ¿Por qué no partir desde el principio y entender que la Tierra tiene la edad que dice la Biblia, en vez de dudar de esto y perder siglos intentando probar lo contrario, no llegando nunca a un dato definitivo? Por eso y por mucho más, entendemos que ser inteligente no es solo una cuestión de ciencia, sino de usar la fe. Esto ya viene siendo probado hace 6 milenios, aun así, existe quien prefiera miles de millones de años de duda.
[related_posts limit=”7″]