Ella espero día tras día. En total fueron 6 años, hasta que pudiera actuar por el bien. Ya no era más posible soportar ver la tierra dominada por los hijos de Baal. Cuando el rey Ocozías murió, su propia madre se empeñó en matar a todos los descendientes reales. Si no fuera por Josaba, la malvada habría cumplido su misión personal.
Sin embargo, el príncipe que Josaba pudo salvar era un bebé en esa época. Con solo 1 año de edad, fue escondido lejos del alcance de la que pasó a ser reina. Y Joás, el hijo pequeño del fallecido rey Ocozías, esperó durante 6 años hasta tomar nuevamente lo que le pertenecía.
¿Cuántas veces el hombre pierde la paciencia antes de que llegue lo que le pertenece por derecho? Ser paciente es un don que pocos poseen. Precipitarse, a su vez, aparenta ser el mejor camino, pero no deja de ser una trampa.
¿Qué habría sucedido si Joás hubiera sido puesto frente a la reina antes de tiempo? Verdaderamente, el poder que ella ejercía sobre todos sería suficiente para matar al legítimo dueño de la corona. Con él moriría el sueño de ver a Judá retomando su alianza con el Señor, ya que Baal era el dios seguido por la gobernadora Atalía.
Permanecer escondido le pesaba tanto al niño como a quien estaba a su alrededor. Era solo una criatura, pero ya conocía toda la responsabilidad que un hombre puede tener. Sin embargo, no tenía miedo, porque habitaba en la casa del Señor.
Cuando un hombre espera por lo que es suyo por derecho, ninguna otra persona puede impedirle tener éxito. Todos nacimos para manifestar la Gloria de Dios, basta que tengamos paciencia para esperar y que, mientras tanto, nos preparemos para lo que vendrá.
Joás estaba bajo la orientación del sumo sacerdote Joiada, que le enseñó cómo debe actuar un rey. Seis años después de que el bebé sea rescatado de las manos de Atalía, él volvió hasta su reino listo para tener lo que era suyo. Hizo una alianza con los militares y asumió el poder. Vio a todo el pueblo conmemorando. En gratitud a Quien le había protegido todo ese tiempo y como prueba de su alianza con Dios, destruyó junto al pueblo el templo de Baal.
Porque así como Joás esperó para tener su trono, el Señor esperó para tener de vuelta a Su pueblo.
(*) 2 Reyes 11
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