Micaela es una de las tantas personas que llegó a las reuniones de liberación con el deseo de que el mal que la hacía fracasar en todas las áreas de su vida desapareciera. Ella recuerda: “Sufría a raíz de los problemas en mi matrimonio, teníamos muchas discusiones fuertes, separaciones y nos iba mal en todo”.
“Además, mi esposo estaba sin trabajo y la plata no nos alcanzaba. No podíamos avanzar en la edificación de la casa. Lo poco que pudimos construir se derrumbó, la losa se nos vino abajo. A eso se le sumó que, sin explicación, se nos empezaron a quemar los electrodomésticos y el auto se nos rompió tres veces”, añade.
El tiempo pasaba y la situación financiera empeoraba. Al respecto, relata: “Llegó un momento en el que no teníamos dinero para comprar alimentos ni los pañales de mi hija. La situación era frustrante. No les encontraba solución a los problemas y fui a consultar a los brujos”.
“Empecé a sufrir de depresión y me sentía angustiada. Además, tenía problemas espirituales que no podía resolver sola, veía sombras en mi casa, se escuchaban ruidos. ¡No sabía qué hacer!”, señala Micaela.
Fue entonces cuando decidió cortar todas las plagas espirituales en la reunión de liberación. “Volví a la Casa de Dios, a seguir Su camino, el cual ya conocía, pero me había apartado”, comenta y agrega: “Me puse firme, empecé a asistir los viernes y fui libre de todo lo que me frenaba y de los problemas espirituales”.
“Nuestra relación matrimonial hoy es excelente, hay buenos tratos, no hay más peleas, mi marido consiguió trabajo y se multiplicaron las ganancias. Gracias a Dios, no nos falta nada. La construcción de mi casa avanza y pudimos volver a comprar las cosas que se habían perdido. Estamos bendecidos”, concluye.
Ella asiste a la Iglesia Universal ubicada en De los Franceses 4091, Pontevedra, Bs. As.
Participá este viernes a las 8, 10, 12, 16 y especialmente a las 20 h, en Av. Corrientes 4070 – Almagro o en la Universal más cercana a vos.