Al contrario de lo que algunas personas creen, el apóstol Tomás no era ateo – él solamente comprendió la fe verdadera tardíamente.
La Biblia no narra mucho sobre ese discípulo, pero hay un episodio que lo marcó como “el incrédulo”.
Después que el Señor Jesús fue crucificado, los discípulos se escondieron, pues tenían temor de que los persigan. “Cuando llegó la noche de aquel mismo día, el primero de la semana, estando las puertas cerradas en el lugar donde los discípulos estaban reunidos por miedo de los judíos, vino Jesús, y puesto en medio, Les dijo: Paz a vosotros.” Juan 20:19
El Señor Jesús Se les apareció para que ellos recordasen la misión de predicar la Palabra de Dios por todo el mundo y recibiesen el Espíritu Santo, pues hasta aquel momento ellos no Lo tenían.
Tomás no estaba con los discípulos en aquel momento. Pero, cuando ellos le contaron lo que había sucedido, la exclamación fue simple: “Si no viere en Sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en Su costado, no creeré.” Juan 20:25
Fue por causa de ese pasaje que surgió la expresión popular “ver para creer”.
Después de 8 días, los discípulos se reunieron nuevamente en el mismo lugar. En esta oportunidad, Tomás estaba con ellos. El Señor Jesús apareció y le dijo a Tomás: “Pon aquí tu dedo, y mira Mis manos; y acerca tu mano, y métela en Mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.” Juan 20:27
En ese momento él creyó que era Cristo. Sin embargo, el Señor Jesús le respondió diciendo: “Porque Me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron.” Juan 20:29
La fe en los días actuales
Tomás no era una mala persona, lo que sucedió es que él, así como los otros discípulos, estaba en el inicio de la vida con Cristo. Aún eran “nuevos en la fe”, así como las personas lo son cuando llegan a la iglesia y oyen hablar del Señor Jesús por primera vez.
Aún así, lo que podemos sacar de este mensaje es la respuesta del Señor Jesús para la incredulidad del discípulo: “bienaventurados los que no vieron, y creyeron.”
“Los que no vieron, y creyeron” también se refiere a los cristianos en los días actuales. Porque no tuvimos el privilegio de conocerlo en la forma humana, como los discípulos, pero, aún así, creemos en la grandiosidad de Su poder y damos testimonio de Sus maravillas en los tiempos actuales con Su pueblo.
Por eso, no sea como Tomás, que tuvo que ” ver para creer”. La Biblia enseña que “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.” (Hebreos 11:1).
Use esa fe verdadera y racional. Por medio de ella podrá conquistar las bendiciones de Dios.
Si usted ha enfrentado problemas familiares, financieros, sentimentales, o en otras áreas de la vida, no murmure contra Dios, no dude de Su autoridad. Al contrario, use la fe y determine la victoria en su vida.
Deje su comentario en las redes sociales contando cómo fue cuando usted conoció a Dios y despertó su fe por primera vez.
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