Roque Ferreira: “Conocer el Templo de Salomón fue un anhelo que tenía desde el primer momento que escuché hablar de la construcción.
Cada vez que escuchaba a las personas decir que no podían explicar la experiencia, no entendí hasta que pude viajar y experimentarlo yo mismo.
Cuando llegué fue como si estuviera pisando Tierra Santa. Además, tuve el honor de participar de una de las reuniones del obispo Macedo. Es una sensación única, es totalmente diferente, es salir de un ambiente terrenal para entrar en uno espiritual. Salí del Templo de Salomón con mi fe renovada. Pude vivir una experiencia única en mi vida que solamente el que viajó podrá entender. Yo les aconsejo que no duden y hagan un esfuerzo para conocer el Templo de Salomón”.
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