“Gracias a Dios, me liberé”
Fátima: “Cuando llegué a la Iglesia estaba mal de las piernas y me dolía todo el cuerpo. Estuve internada dos veces muy grave”.
Luego de pasar por el Pasillo logró su sanidad: “Ya no tengo dolores. Gracias a Dios, me liberé”.
Ella superó la angustia
Edith Lucía: “Tenía un terrible dolor de espalda, casi no podía respirar y me dolían los pies. Hoy llegué mal.
Pasé por el Pasillo con el Incienso y me ayudó, salió toda la angustia que traía y siento un gran alivio en el cuerpo”.
“No me duele más nada”
Susana: “Me dolía el cuerpo, sentía un peso y no podía contener las lagrimas. Cuando pasé por el Pasillo con el Incienso y después de recibir la oración, se me fue todo, no me duele. Tampoco podía agacharme, ahora sí, me siento muy bien”.
Recuperó la movilidad
Maricela: “Tuve un accidente automovilístico en mi país. Me quedaron secuelas y no podía realizar los quehaceres de la casa, me dolía la espalda. Pasé por el Pasillo con el Incienso y el dolor desapareció. Gracias a Dios estoy bien”.
Participe los viernes a las 8 h, 10 h, 12 h, 16 h y principalmente a las 20 h en Av. Corrientes 4070, Almagro o haga clic aquí y vea la dirección de la iglesia más cercana a su hogar.
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