“Tenía tumores en los riñones”
Adela: “El doctor me había desahuciado, me dijo que no podía hacer nada con mis riñones. Estuve internada durante un buen tiempo. Después me dijeron que me vaya a casa, que cuando colapsen mis riñones iba a volver. Me dijeron que tenía tumores. Cuando salí del hospital me vine directo acá. El pastor me envolvió con el manto y me oró. Me fui a mi casa, me fui al baño, y empecé a botar cosas negras y dije ‘estoy botando mis tumores’, porque mi estómago ya no recibía nada, todo lo vomitaba. A la tarde tuve hambre, comí y ya no vomité más. Cada vez que voy al médico me dice que estoy muy bien. Tenía que hacer diálisis y nada de eso hice. Dios me curó”.
“Me curé de una depresión profunda”
Viviana: “Me curé de una depresión profunda y severa que me traía otras enfermedades. Los médicos no sabían cómo curarme. Me llenaban de pastillas y tratamientos, hasta que caí en cama por un año. No podía levantarme y me iban a internar. Una amiga me trajo, empecé a hacer las cadenas y a tocar el manto. Venía dopada, no entendía nada, pero me curé. Estoy sin pastillas, estoy bien, ya no sufro enfermedades. Antes escuchaba muchas voces, veía gente muerta, veía cosas oscuras que me querían atacar, sufría de insomnio, estuve hasta cuatro días sin dormir. Me estaba volviendo loca. Sufrí muchísimo. Hoy estoy liberada de todo, gracias a Dios”.
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