“Hoy tengo una vida plena”
Delicia: “Tenía pesadillas y oía voces. No podía conciliar el sueño por el miedo. Eso se transformó en depresión. Comencé a buscar la solución en lugares equivocados y empeoré. Pero participando en las reuniones de los viernes, me liberé de la tristeza y de las pesadillas. Hoy tengo una vida plena”.
Sentía ardor en el estómago, pero se sanó
José: “Vine a la reunión de los viernes con ardor en el estómago y dolor en la columna. Desde hacía varios años que estaba así. Iba a los médicos, me daban medicamentos, me decían que tenía gastritis, pero no me podían curar. Hoy, gracias a Dios, luego de la oración, los dolores se fueron. Me voy sano”.
Usó su fe y sus hijos recibieron sanidad
Susana: “Tenía una depresión que se había iniciado porque había perdido a mi primer hijo. Luego, mis tres hijos se fueron enfermando. Pero empecé a asistir a las reuniones de liberación, usé mi fe, llevaba las prendas de mis hijos y ellos fueron sanados. Gracias a Dios, Él transformó mi vida por completo”.
Si los problemas no lo dejan en paz y quiere ser libre de los tormentos espirituales, participe de la Reunión de Liberación a las 8 h, 10 h, 12 h, 16 h y 20 h, en la Universal más cerca de su domicilio.
Si usted quiere comunicarse con nosotros, puede hacerlo llamando al (011) 5252-4070.