Durante este Ayuno de Daniel, el Espíritu Santo se ha manifestado en la vida que quienes hicieron un sacrificio espiritual para dejar de escuchar las voces intoxicantes de este mundo para escuchar la voz de Dios.
Solo quienes pasaron y están pasando por la experiencia conocen el valor de conectarse con Dios para lograr una renovación espiritual y restaurar su comunión con el Señor Jesús.
El obispo Macedo, en su blog nos enseña la necesidad de estar en contacto con Dios y vestirse de Su armadura:
“Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.”, (Efesios 6:11-13)
El Dios Padre conocía la necesidad de que Su Hijo fuera revestido con Su Armadura para cumplir Su misión. Y lo hizo en Su bautismo en las aguas del Río Jordán. Así como el Dios Padre, también el Dios Hijo conocía la necesidad de que los discípulos fueran revestidos para que también cumplieran su misión en la prédica de Su Palabra. Y lo hizo el Día del Pentecostés.
A partir de entonces, todos los verdaderos seguidores del Señor Jesús se revistieron con toda la Armadura de Dios para vencer todas las luchas que enfrentarían contra el infierno. A fin de cuentas, habían sido libres del dominio de satanás y sabían que el mismo intentaría usar al infierno para arrancarlos del Reino de Dios de vuelta hacia el reino de las tinieblas. El objetivo principal: estar firmes contra las asechanzas del diablo. Es Dios Quien ordena: Vestíos de toda la Mi armadura, significa cubrirse. Él quiere que todos Sus hijos se cubran con toda Su Armadura, es una orden.
¿Por qué la responsabilidad de vestirse es nuestra en vez de ser de Él, si solamente Él tiene la autoridad para vestir? Tomar significa apoderarse de alguien o de algo. El Espíritu Santo reitera Su orden y manda a que nos apoderemos de Toda Su Armadura. Por qué el Espíritu Santo manda a que nos apoderemos de algo de Él, para que él se apodere de toda la Armadura Divina tiene que manifestar su fe acompañada de sacrificio. Dudo que Dios cubrirá a la persona con toda Su Armadura solo porque ella se dice cristiana, todas las promesas de Dios están sujetas a condiciones. En Deuteronomio 28, Él condiciona Sus bendiciones al sacrificio de la obediencia.
“El Señor estará con vosotros, si vosotros estuviereis con Él: y si Le buscareis, será hallado de vosotros; mas si Le dejareis, Él también os dejará.”, (2 Crónicas 15:2)
¿Cuántas veces ya aceptó a Jesús como su Señor y Salvador y no sucedió ningún cambio en su vida? El problema es Lo aceptó, pero no se entregó.
Es imposible recibir vida nueva sin renunciar a la vida actual. El vestirse del Espíritu de Dios está sujeto a la entrega total e incondicional de la vida a Él. Ese es el motivo por el cual el Señor manda: “Vestíos de toda la Armadura de Dios…”, es la Plenitud de Dios, es Su Espíritu. Y Agrega: “Tomad toda la Armadura de Dios…”. Para tomar posesión de toda la Armadura de Dios es obligatorio entregarle la vida al Señor Jesús.
El Espíritu de Dios es el Espíritu de la fe, que hace nacer del Espíritu, la Fe que hace posible que sea una nueva criatura. Vestirse o tomar toda la Armadura de Dios es una actitud puramente personal e intransferible de quien realmente quiere cambiar de vida”.
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