Alejandra: “Después de hacer una alianza con Dios, mi vida fue transformada. Antes dependía económicamente de los demás, vivía de prestado en la casa de mis suegros, compartíamos el espacio y no teníamos intimidad con mi esposo.
Nos sentíamos vigilados, no podíamos ni clavar un clavo porque la casa no era nuestra. No podía hacer absolutamente nada. Los únicos que me visitaban eran mis padres, porque no podía llevar gente a la casa. Todo lo que estaba viviendo traía problemas en mi matrimonio y sentía humillación.
Entonces, mi mamá me invitó a ir a la iglesia. Allí me orientaron, hice una alianza con Dios y mi vida fue transformada. Hoy tenemos nuestro propio negocio, dos emprendimientos, una casa, departamentos en alquiler y autos. Hoy no dependemos de nadie, solo de Dios. Vale la pena perseverar.
Les recomiendo a las personas que no pierdan esta oportunidad, que se acerquen a la reunión de los lunes, que hagan una alianza con Dios y van a ver sus vidas transformadas como yo vi la mía”.
Participe de las charlas del Congreso para el Progreso que se realizan los lunes en el Templo de la Fe, a las 8, 10, 12, 16 y 20 h.
También puede participar en la Universal más cercana a su domicilio.