María Isabel Alvez y Jorge Alfredo Barrios se casaron con la ilusión de formar un hogar y ser felices, pero el tiempo pasó y dio lugar al fracaso. Ambos habían tenido problemas familiares antes y no querían repetir la historia, sin embargo cuando ese sueño parecía concretarse todo comenzó a derrumbarse.
Ella deseaba profundamente formar esa familia que no había tenido cuando era niña, pero Jorge arrastraba problemas familiares desde su niñez, lo cual lo llevó a entregarse a los vicios de alcohol y drogas. Eso trajo como consecuencia directa peleas en la pareja y celos, a lo que se le sumaban los problemas respiratorios de sus hijos y las dificultades económicas.
Ella se volvió una persona nerviosa y depresiva. Las discusiones eran inevitables y los pequeños eran afectados por las peleas de sus padres. Vivieron así hasta que María llegó a la Universal y comenzó a participar de las reuniones de viernes y domingo. Al tiempo su esposo comenzó a acompañarla, pues había notado el cambio en ella.
No fue sencillo, pero con perseverancia y fe en los propósitos y en la Hoguera Santa lograron ser libres de todo lo que les impedía estar bien y disfrutar de la familia que había construido. Hoy María y Jorge están bendecidos, las peleas, los vicios, el nerviosismo y las enfermedades son parte del pasado. “Hoy tenemos la vida que siempre soñamos. Somos felices en la presencia de Dios”, afirma María sonriendo junto a su esposo.
Ellos concurren a la Universal en Av. Mitre 2355, Posadas
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