Muchas mujeres terminan perjudicando la relación por sofocar a sus compañeros
No son pocos los casos de mujeres que, alegando que aman mucho, viven en función de sus compañeros. Ellas programan toda su vida basándose en lo que a él le gusta, en lo que la familia de él desea, en lo que los amigos de él prefieren, y así va… Para la mayoría, ese comportamiento es una forma de demonstrar el amor que se siente, pero terminan dependiente del ser amado. ¿Ese tipo de actitud es saludable para la relación?
Para la psicóloga Aline Cataldi, master en salud mental (UFRJ), la persona dependiente siempre está preocupada por lo que el otro va a pensar y a creer, además siempre está “en función de…”. “La persona “sofoca” a su compañero con crisis de celos, es pegajosa, dependiente, intenta controlar en exceso y, principalmente, busca vivir la vida del otro, olvidándose de su propia vida, de sus objetivos y de sus verdaderos valores”, destaca.
Según Nanda Bezerra, autora del libro “Cuarenta Secretos que Toda Soltera Debería Saber”, ese comportamiento en muchas mujeres es la receta correcta para que la relación fracase. “Cuando todo termina, usted se siente sola, perdida y con su autoestima totalmente destruida”, alerta.
La escritora da el siguiente consejo: “Entrar en una relación es algo serio, no quiere decir que su vida precisa parar o girar totalmente alrededor de aquella persona. No conozco ningún hombre que admire una mujer insegura y pegajosa.”
¡Esté atenta!
En su libro, Nanda Bezerra da algunos consejos para aquellas que reconocen que necesitan cambiar su postura en relación a la persona amada.
1. Lo mejor que puede hacer para cambiar ese escenario es ¡estar ocuparse! Su vida precisa continuar, no se anule;
2. Continúe atendiendo a sus amigas, su familia y encuentre tiempo también para dedicarse a las cosas de Dios;
3. Busque formar parte del grupo de evangelización o de otro grupo dentro de la iglesia. ¡Participe! Eso la ayudará en su relación con Dios, con su novio y ¡también en su autoestima!