“Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás. Porque de esta manera os será otorgada amplia y generosa entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.” 2 Pedro 1:10-11
Nuestra vocación y nuestra elección están aliadas, y no hay manera de que se desasocien.
El pueblo que se vuelve al Señor Jesús y recibe Su Espíritu fue elegido.
Nosotros los que servimos en el Altar fuimos elegidos y tenemos la vocación y, en nuestro caso, de eso depende nuestra Salvación.
¡Que tengamos temor para con nuestra salvación y vocación!