La mayoría de las personas conducen sus vidas ciegamente, preocupándose solo por el aquí y ahora, por los quehaceres de este mundo. Consecuentemente, desprecian el alma, que es nuestro bien más precioso (porque es eterna).
En una ocasión, el Señor Jesús habló sobre este tema:
«… Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será? Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios.» Lucas 12:20-21
En otras palabras, ¿de qué sirve juntar “tesoros” terrenales y perder la presencia del Altísimo por toda la eternidad?
Por eso, mire hacia su alma, que es más importante que su cuerpo, porque ella vive eternamente, ya sea en la presencia de Dios o en el infierno, nunca morirá.
“Cada minuto que pasa es menos un minuto de vida que tenemos… la pandemia está para mostrar que no hay joven, viejo, rico o pobre: todos moriremos, tendremos las almas desprendidas del cuerpo”, advierte el obispo Macedo.
Y la pregunta es: ¿Hacia dónde va su alma? ¿Hacia el descanso con Dios o hacia el infierno?
La Noche del Alma
¡Atención! Porque nuestro tiempo en la Tierra tiene un límite. Por lo tanto, si usted nota que se alejó de Dios, sepa que Él es amoroso y pagó un alto precio por nuestro rescate. Regrese a Él mientras hay tiempo.
Prepárese para participar de la Noche del Alma. Después de esta reunión, usted nunca más verá la vida y la muerte de la misma manera. Será el 19 de enero, en todos los templos de la Universal. ¡No se la pierda!