Beatriz Díaz estaba desesperada porque su vida era un caos en todos los sentidos, los días pasaban y al no ver una salida solo pensaba que la muerte era la solución. Sin embargo, gracias a una invitación especial encontró en el Santuario lo que tanto estaba buscando, la solución a sus problemas.
Ella vivía con sus nervios alterados debido al alcoholismo de su esposo y a las necesidades que estaban pasando. Lo maltrataba porque quería que él reaccionara, pero era en vano. La situación económica era delicada, llegaron a comer de la basura porque no tenían ingresos. “Por las interminables peleas con mi esposo y por los problemas económicos que estábamos enfrentando quería terminar con mi vida”, cuenta al recordar esos días.
La situación la sobrepasaba, estaba realmente desesperada porque su marido perdía el trabajo por el alcohol, su salud era afectada, tenía dolores en todo el cuerpo y los problemas familiares aumentaban. En esos difíciles momentos su madre la invitó a las reuniones de la Universal, si bien tardó en acercarse porque ya no creía en nada, después logró poner su fe en acción en las reuniones.
Fue perseverando, fortaleciéndose, hasta que la Campaña del Santuario fue la oportunidad que tanto esperaba. Sus pedidos fueron respondidos, ella fue sanada, su matrimonio fue restaurado y salieron adelante económicamente. Dios envió la respuesta y comenzó un nuevo capítulo en su vida. “De una vida de sufrimiento pasamos a experimentar el poder de Dios y, a partir de ese momento, nuestra historia cambió completamente”.
Ella concurre a la Universal en Av. Santa Fe 4445, Palermo.
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