“Yo estaba en los vicios del alcohol y del cigarrillo. No podía estar un solo día sin beber. A causa de esa situación, perdí tiempo de mi vida, no quería estudiar ni trabajar. No tenía expectativas en mi vida. A causa del consumo, nunca tenía dinero, pero siempre conseguía para los vicios, aunque tuviera otras necesidades.
Conocí el tratamiento gracias a una invitación y empecé a hacer lo que me indicaban. No fue fácil, la transformación no sucedió de la noche a la mañana, pero perseverando, fui libre. Ya no tengo ganas de tomar ni de fumar, tampoco padezco de abstinencia. Dios me fue guiando y liberando.
Para muchos, yo era un caso difícil, pero, gracias a Dios, los pude superar y no tuve que pagar por el tratamiento”.
Participe del Tratamiento para la Cura Definitiva de Todos los Vicios, a las 15 h, en la Universal más cercana de usted.