Antes de conocer la Universal, estaba pasando por problemas de salud, económicos y familiares.
No le encontraba la solución a todo su sufrimiento, había buscado ayuda en muchos lugares, pero sin encontrar una respuesta. Hasta que gracias a una invitación que recibió para participar de las reuniones de la Universal pudo encontrar una puerta que cambió por completo su vida y la de su familia: “Cuando llegué a la iglesia mi vida estaba totalmente destruida. tenía problemas de salud, vivíamos de prestado y me iba a separar. Pensaba constantemente en la muerte.
Recuerdo que, cansada de tanto sufrimiento, le escribí una carta a mi esposo, porque quería acabar con mi vida. No tenía fuerzas para seguir luchando.
Pero ese mismo día recibí una invitación para acercarme a la Universal. Acepté ir como un último intento de buscar una salida. Comencé a participar en las reuniones de los días viernes y usando mi fe me liberé de los pensamientos de muerte. Fui curada y mi matrimonio fue bendecido. Dios cambió la historia de mi vida”, finaliza.
[related-content]