“Si recibimos el testimonio de los hombres, Mayor es el Testimonio de Dios; porque este es el Testimonio de Dios: que Él ha dado Testimonio acerca de Su Hijo”.
- Hay quienes dan testimonios de Bendiciones, superaciones de problemas, realizaciones de sueños… pero los que Reciben el Mismo Espíritu que el Hijo —Señor Jesús—, tienen el mayor testimonio, porque es Dios Quien testifica en su espíritu —razón, carácter y vida— que esta persona es Su Hijo, tal como el Señor Jesús lo Es.
“El que cree en el Hijo de Dios tiene el testimonio en sí mismo; el que no cree a Dios, ha hecho a Dios mentiroso, porque no ha creído en el testimonio que Dios ha dado respecto a Su Hijo”.
- Quien dice conocerLo, pero no vive la Vida Nueva —pensamientos, objetivos, carácter, personalidad, sueños…— hace que Dios parezca un “mentiroso”, por no revelarLo en su vida personal. Que lo diga la gente religiosa, ¿verdad?
“Y el testimonio es este: que Dios nos ha dado Vida Eterna, y esta vida está en Su Hijo”.
- Todos los arrepentidos recibieron el mismo Espíritu que el Señor Jesús recibió, y viven vivificados.
“El que tiene al Hijo tiene la Vida, y el que no tiene al Hijo de Dios, no tiene la Vida”.
- Es imposible que alguien diga que tiene a Jesús como su Dios, Padre y Señor y no tenga vida, no viva en novedad de vida, vivificado. Porque los que Lo tienen a Él, tienen Vida Eterna. Por lo tanto, ¡vencen al mundo —tentaciones, tribulaciones, problemas, persecuciones…!
Obispo Júlio Freitas