La municipalidad de Villa La Angostura -la localidad argentina que está a menos de 40 kilómetros del volcán y ha sido la más perjudicada por el fenómeno- estima que tiene unos 4,5 millones de metros cúbicos de arena volcánica.
El secretario general de Gobierno de Villa La Angostura, Ariel Domínguez, dijo a BBC Mundo que se necesitarán al menos 900.000 traslados de camión para retirar la piedra pómez, arena y ceniza que han cubierto al pequeño poblado.
La municipalidad ya comenzó con las tareas para limpiar los 30 centímetros de material volcánico que se acumularon sobre calles, techos y espacios verdes, y que –gracias a la lluvia que cayó en los últimas días- se “compactó” a la mitad de ese espesor.
Pero, ¿qué harán con lo acumulado? Según Domínguez, lo usarán como material de construcción.
Ladrillos volcánicos
En efecto, tanto Villa La Angostura como la cercana Bariloche –el mayor centro de turismo invernal de Argentina, que también recibió unos 10 centímetros de arena volcánica- planean aprovechar el material caído del cielo para hacer algo útil.
“En esta zona es muy común utilizar la arena volcánica para hacer bloques de cemento y para rellenar las calles, así que lo destinaremos a ese fin”, señaló a este medio Ariel Salemme, subsecretario de Obras Públicas de Bariloche.
La municipalidad planea utilizar la empresa de fabricación de bloques estatal para ese fin.
Domínguez admitió que la arena volcánica “no es muy requerida comercialmente” para la construcción, por lo que no se ofrecerá a empresas privadas, pero el funcionario expresó su deseo de poder crear un “círculo virtuoso” por el cual se genere mano de obra aprovechando los residuos del volcán para hacer viviendas sociales.
No es peligroso
Según la Comisión Nacional de Energía Atómica de Argentina (CNEA), los materiales volcánicos que cayeron en la región patagónica no tienen sustancias que afectan la salud, como el azufre o el arsénico.
Sí, en cambio, contienen minerales como el hierro, que de acuerdo con el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), podrían beneficiar a la tierra en el mediano plazo, sirviendo como un nutriente para las plantas.
Sin embargo, las autoridades patagónicas descartaron la posibilidad de que las cenizas puedan utilizarse como fertilizante.
Más allá de sus usos prácticos, lo cierto es que los desechos del Puyehue ya han empezado a adquirir un valor propio, como reliquia.
En sitios de venta online ya pueden adquirirse frascos de cenizas por valores de entre US$2 y US$13.