Jonathan: «Mi vida en los vicios comenzó a temprana edad. Mi mamá trabajaba todo el día, entonces yo andaba por la calle desde muy chico. Allí encontré malas amistades y conocí las drogas. Primero consumía por diversión y, después, se transformó en un vicio que duró desde los trece hasta los treinta años aproximadamente.
Primero probé el cigarrillo, después empecé a consumir alcohol, marihuana, cocaína, pastillas y hongos alucinógenos. Cuando me di cuenta, ya estaba sumergido en ese mundo. Quería dejar las drogas, pero no podía.
La plata no me alcanzaba porque la destinaba a los vicios que eran caros. Mientras estaba en el trabajo, pensaba con qué me iba a drogar por la noche. Intentaba dejarlos, pero no podía. Lo lograba por uno o dos días y, luego, volvía a caer. Con mi pareja vivíamos peleando, a causa de los vicios. Yo estaba la mayor parte del tiempo fuera de mí por el efecto de las drogas.
Gracias a la invitación, empecé a participar de las reuniones de la Iglesia Universal. Allí me di cuenta de que mi problema era espiritual. Entonces, comencé a usar mi fe, a perseverar cada semana, Le pedí a Dios que me diera esa fuerza de voluntad que me faltaba y Él me ayudó.
Si no fuera por Él, seguramente hoy no estaría vivo, porque había empezado a vender drogas, surgieron problemas y la situación se estaba poniendo cada vez más complicada. A veces me tenía que esconder porque había gente que me buscaba.
Hoy soy un testimonio vivo de lo que Él puede hacer. Estoy libre de los vicios, tengo una familia restaurada y bendecida, una hija de tres años y un hijo en camino, gracias a Dios».
El asiste a la Iglesia Universal ubicada en General Paz 985, Virasoro, Corrientes
Para ponerles fin a los vicios, inicie el tratamiento gratuito, el domingo a las 15 h en Av. Corrientes 4070 – Almagro.
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