¿Cómo lidia con situaciones extremas, positivas o negativas, del día a día? ¿Suele suspirar por los rincones cuando algo sale mal? ¿O por lo contrario, cuando algo le agrada mucho no logra contener la expectativa y sale contándole a todo el mundo antes de desarrollar la idea?
En ambos casos, es mejor ser prudente y tener cautela, tanto en el momento de pensar negativamente porque algo no salió bien como cuando es momento de salir cantando victoria. Las palabras tienen poder, y la forma como hablamos sobre las situaciones de nuestra vida son determinantes para el éxito o los cambios de ellas.
Según el conferencista Jadson Edington, en su libro “50 Tonos para el Éxito”, las palabras pueden tanto construir como destruir:
“Un tono negativo, por ejemplo, hará que la situación se vuelva negativa, pesada y empeore significativamente. Vigile también sus pensamientos. Decimos lo que está dentro de nosotros. Cuando entendemos que la palabra tiene poder, vigilamos lo que decimos. Porque quien habla está plantando. Tenga eso en la mente, cuando usted habla, usted planta.”
Aquel que quiere tener éxito en su labor y cambiar su vida, ya sea personal o profesionalmente, necesita primero cambiar su mente, absorber nuevos pensamientos, que determinarán nuevas actitudes. Consecuentemente vendrán nuevas oportunidades y también nuevos resultados para lo que se estaba buscando. Si usted quiere que algo cambie en su exterior, en su ambiente de trabajo, en la casa, donde sea, el cambio debe suceder primero dentro de usted.
“Su subconsciente acepta como verdad aquello que usted repite siempre. Entonces, ¿por qué, no usa esa característica a su favor y comienza a decir cosas buenas al respecto de la situación? El que busca ver el lado positivo y cree que las cosas van a mejorar, se mantiene abierto a las soluciones creativas e ideas innovadoras. Las mejores ideas salen de las situaciones más desafiantes”, afirma.
La prudencia también está en el silencio
Las palabras tienen tanto poder que, muchas veces, es más prudente mantener el silencio. Aprender a controlar lo que vamos a decir y a quién requiere mucha responsabilidad. Cuando estamos en la duda si es el momento justo para hablar sobre determinado proyecto, lo ideal es esperar y madurar las ideas antes de compartir con otros.
“Lo ideal es aprender a controlar lo que sale de su boca. Esa es una habilidad que pocos tienen. Las personas, en general dicen más de lo que deberían. Es mucho mejor que los otros descubran sus proyectos cuando usted ya los está poniendo por obra. Es mucho mejor hacer su trabajo en silencio, pero sea prudente y discreto, para proteger su intimidad y su fe”, aconseja Edington.
Usted puede leer más en el libro “50 Tonos para el Éxito” y aprender consejos valiosos que lo ayudarán en la trayectoria para una vida exitosa.
Participe también en las reuniones del Congreso para el Progreso, en el Templo de la Fe, los lunes, a las 8, 10, 16 y principalmente a las 20h. O en una Universal más cercana a usted (Ingrese aquí para ver la dirección).
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