No todos nacen con absolutamente todas las virtudes de acuerdo a la actividad que desarrollan. Un profesor de educación física no puede (podría, pero casi no ocurre) ser un perfecto deportista en todas las disciplinas, o un abogado destacarse en todas las ramas de la actividad legal.
Para los empresarios y emprendedores ocurre lo mismo: mientras uno se destaca por su capacidad contable, otros por su motivación, otros por su operatividad y otros por su capacidad de negociación.
Por ello, vamos a detallar el siguiente escenario:
En una charla formal o informal entre los actores principales de un negocio se pueden mencionar a un empleado, a un cliente o proveedor y al director o jefe. En estos casos, sobre todo cuando no se conocen entre sí, al momento de negociar siempre es recomendable ceder la iniciativa y que se exponga primero el jefe de la empresa.
Cómo método de negociación, resulta una ventaja para vosotros que el jefe siempre se exponga primero para luego reaccionar nosotros. No olvidar que “del otro lado” pueden esperar lo mismo: ceder la iniciativa, permitir hablar, tomar control de la situación y exponer vuestro argumento.